Abejas de Acteal: Nuestra palabra ante la impunidad y la barbarie que vivimos hoy en día en nuestro México
Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Chenalhó', Chiapas, México.
22 de noviembre del año 2014
A las Organizaciones, Movimientos y Colectivos Independientes del mundo
A los y las Defensores de Derechos Humanos Independientes
Al Congreso Nacional Indígena (CNI)
A las y los Adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
A los Medios Libres, Alternativos, Autónomos o como se llamen
A los Medios de comunicación Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanos y hermanas:
Antes de empezar a
hablar, antes de compartirles lo que piensa nuestro corazón, antes de decir
nuestra palabra ante la impunidad y la barbarie que vivimos hoy en día en
nuestro México, les agradecemos, saludamos y abrazamos su presencia.
Hoy estamos
aquí en esta tierra sagrada, porque nuestro dolor y nuestra digna memoria, no
olvidan que aquí en Acteal el Estado mexicano a través de sus paramilitares,
masacró a 45 hermanos y hermanas y 4 hermanitos y hermanitas que fueron arrancados
y asesinados en el vientre de sus madres, el 22 de diciembre de 1997.
En nombre de
la sangre de nuestras 45 hermanas y hermanos y en nombre de los 4 bebés
asesinados por los paramilitares de Ernesto Zedillo Ponce de León, condenamos
de nueva cuenta la decisión de la mal llamada "Suprema Corte de Justicia de la Nación" de excarcelar a
los 3 paramilitares autores materiales de la masacre de Acteal, el pasado 11 de
noviembre de este año.
Desde el año
2009 cuando se inició la excarcelación masiva de los paramilitares, desde ese
momento les dijimos a los ministros que son una "Suprema Corte de Ricos y Criminales". Porque abonan a
los actos de impunidad, en todo momento les citamos su errores en la justicia y
ante el caso de Acteal, pero hasta el año pasado un 19 de abril, en un
comunicado nuestro, les dijimos que han perdido su dignidad y legitimidad y que
si querían recuperarlos, era presentar su renuncia, porque al liberar a
asesinos de mujeres embarazadas, niñas y niños y hombres, todos inocentes y
además pacifistas, es una infamia. Desde ese entonces, quedó marcado en nuestra
memoria y en la memoria del pueblo de México que representan impunidad por
estar al servicio del Narco-Estado y del dinero.
Los dizque
ministros, sólo se ocuparon en la revisión de las "irregularidades" en el debido proceso, fue meramente de
legalidad y no de justicia. Cuando tocaba era de volver a hacer las
investigaciones desde los hechos previos de la masacre de Acteal y hasta lo que
pasó realmente el 22 de diciembre de 1997. Porque la masacre de Acteal, no se
dio de la noche a la mañana, sino, estuvimos denunciando 7 meses antes que
había un grupo paramilitar entrenados por el ejército y financiados por el
gobierno federal.
En muchas
denuncias públicas, muchos periodistas locales y nacionales reportaron y
documentaron que en el municipio de Chenalhó operaba un grupo armado,
que mismo se decía era del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del
partido Frente Cardenista (FC), liderado por Manuel Anzaldo Meneses y su esposa
Juana García Palomares y este grupo armado paramilitar estaba respaldado por el
Ayuntamiento de Chenalhó encabezado por el edil Jacinto Arias Cruz y el
Ayuntamiento de Chenalhó tenía el respaldo del gobierno del Estado de Chiapas,
encabezado por Julio César Ruiz Ferro y el gobierno del Estado de Chiapas,
estaba respaldado por el gobierno federal, encabezado por Ernesto Zedillo Ponce
de León.
Entonces la
verdad de la masacre de Acteal, se dio bajo el contexto de una guerra de
contrainsurgencia, en el marco de la Campaña Plan Chiapas 94, bajo el mando del
Gral. Mario Renán Castillo, comandante de la Séptima Región Militar con cuartel
en Rancho Nuevo, Chiapas.
Si los
dizque ministros de la "Suprema
Corte de Ricos y Criminales", hubieran tenido algo de voluntad y un
mínimo de dignidad, no nada más hubieron revisado las irregularidades que se
cometió en el debido proceso de los autores materiales de la masacre de Acteal,
sino, tomar en cuenta nuestros testimonios y tomar en cuenta de fondo el
contexto que acabamos de exponer en el que se cometió dicha masacre.
La
excarcelación de los paramilitares es parte de la estrategia del mal gobierno
ahora encabezado por Enrique Peña Nieto, pero no se termina aquí la búsqueda de
justicia, porque nosotros y nosotras pensamos de otra manera de hacer justicia.
Siempre hemos dicho que la sangre derramada en Acteal, no se vende. Y buscamos
que ya no se repitan más masacres, porque el Estado nunca pudo garantizar la no
repetición de hechos como el de Acteal. Y con su decisión, no vamos a echarnos
para atrás, sino que al contrario crece más nuestra indignación y seguiremos
transformando esa indignación en una lucha digna, como siempre lo hemos venido
haciendo.
Hermanos y
hermanas, de Chiapas, de México y del mundo, como ya dijimos a lo largo de este
tiempo no hemos descansado en encontrar la justicia por nuestros hermanos y
hermanas de Acteal. Pensamos que no sólo se trata de buscar justicia por la
masacre en Acteal, sino que por las otras masacres, como: Tlatelolco, Aguas
Blancas, Pasta de Conchos, los 72 migrantes, Guardería ABC, entre otras más y
el más reciente hecho ignominioso es la desaparición de los 43 estudiantes de
Ayotzinapa. Ante los mismos dolores y sentires en distintos lugares, es
necesario el compartir, caminar y construir la justicia. A casi 17 años, de
Acteal, encontramos a otros en el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), a
otros en la Red Latinoamericana de Sitios de Conciencia y a otros que faltan
por conocernos.
Es entonces
que tenemos que unirnos todos y todas, tenemos que construir la justicia desde
abajo, desde los pueblos, desde las ciudades, desde cualquier rincón del mundo,
no nada más para que los autores intelectuales de las masacres en la historia
de nuestro México también sean castigados, sino, lo más importante es crear
condiciones que nunca más se repitan las masacres y que nadie de arriba nos
venga a "gobernar" ni nos
diga qué hacer y qué no hacer, sino que nosotros y nosotras mismos nos
gobernemos.
Antes de
terminar nuestra palabra, no hay que cerrar nuestros ojos por lo que está
pasando en todo el país, el mal gobierno de Enrique Peña Nieto y de Manuel
Velasco Coello a través de sus policías, de sus paramilitares, de sus
militares, buscarán la manera de reprimirnos, de desaparecernos y de
asesinarnos, pero tenemos que estar unidos y unidas y no quedarse callados por
cualquier represión del Narco-Estado.
Es así que
desde la Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal, les enviamos nuestra
solidaridad a nuestro hermano y compañero Marcelo Pérez párroco de Simojovel
junto con los hombres y mujeres creyentes que construyen desde abajo, aun en
medio de la situación crítica de violencia constante en que están sufriendo. Queremos
decir que esto lo vivieron días antes de que fueran masacradas nuestros
compañeros y compañeras de Acteal, posteriormente vino la simulación de
justicia.
¿El destino
será también para el caso de Ayotzinapa, de encarcelar a unos cuántos
responsables de muy bajo nivel de la desaparición de los 43 estudiantes, y en
diez años liberar bajo el argumento de que hubo faltas al debido proceso? Y porque esa es la estrategia de la
impunidad, diseñada por el mismo Estado, o sea el Narco-Estado; más bien la "Procuraduría General de
República" (PGR), no hace bien la investigación, de esa forma los
dizque ministros hacen lo que les toca; liberar a los asesinos y autores
materiales de un Crimen de Estado. Insistimos que ante los oídos sordos de
Enrique Peña Nieto y de Manuel Velasco, es posible que se repitan los hechos
mencionados, cumpliendo con su estrategia de generar miedo y caos en lugares
donde se construye otra forma de vida o sea donde los pueblos organizados
construyen su autonomía.
A pesar de
todo, nada ni nadie nos detendrá en nuestra lucha por la búsqueda y la
construcción de una justicia digna y duradera. Porque ya no sólo somos
nosotros, ya no sólo es Ayotzinapa. Porque nuestro dolor y nuestra digna
memoria se han convertido en esperanza.
¡Castigo a
Ernesto Zedillo Ponce de León, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro, Mario
Renán Castillo, Uriel Járquin Gálvez entre otros, autores intelectuales de la masacre
de Acteal!
¡Exigimos
la inmediata presentación con vida a los 43 estudiantes desaparecidos de
Ayotzinapa!
¡VIVOS LOS
LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
Atentamente:
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
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