Colectivo Azcapotzalco, Adherentes a la 6ª Declaración de la Selva
Lacandona en el Parque de la China, domingo 22 de febrero, a las 12 hrs. ¡Por
la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos
desde el 26 de septiembre de 2014!
Participación
solidaria de:
Utopía Urbana, con la obre de teatro
No Ma’menaces
(Acerca del machismo y la relación de pareja)
Trova Cósmica
Juglares del Asfalto
La Biznaga, con la obra:
Quítate que ahí te voy
El 26 de febrero se
cumplirán ya 5 meses desde que el Estado secuestró-desapareció a 43 compañeros
de la Normal Rural de Ayotzinapa, luego de un ataque armado en la ciudad de
Iguala, donde tres normalistas y 3 civiles fueron asesinados y 25 resultaron
normalistas heridos.
Desde
entonces las madres, padres, familiares y compañeros de los 43 normalistas
secuestrados-desaparecidos comenzaron la lucha por la presentación con vida de
los desaparecidos. Todas las Normales Rurales se unieron a esta lucha, también
se sumaron las universidades públicas, incluso algunas privadas, los profesores
de la CNTE y muchas organizaciones populares, sindicales, campesinas,
indígenas, artistas e intelectuales. Pronto la solidaridad alcanzó dimensiones
mundiales, en diversos países de América, Europa, África, Asia se realizaron
actos de repudio por este crimen de estado frente a las embajadas y consulados
de México en el extranjero. Y comenzaron a realizarse acciones globales, días
en que simultáneamente en diversos lugares del planeta, en todos los idiomas y
lenguas se alzaron los gritos de ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
Cínicamente
el Estado ha pretendido desviar la atención y eludir su responsabilidad,
queriendo achacársela al llamado crimen
organizado, cuando es evidente que en todo el país el estado está imbricado
con los cárteles de la droga. Y no es que el narco haya infiltrado al Estado y haya comprado la complicidad de algunos
funcionarios, sino que son parte del mismo sistema capitalista. El narco, el
llamado crimen organizado es una empresa capitalista altamente rentable. El
Estado, como administrador, como guardián de los intereses capitalistas, busca
con la llamada lucha contra el crimen, normalizarlo, institucionalizarlo. Esa
guerra ha sido una pugna por el control de las llamadas plazas, el control
territorial. Y ahí donde el ejército y las policías federales, estatales y
municipales actúan, protegen a unos cárteles y combaten a los que pretenden
salirse del control para no ver mermadas sus ganancias.
Pero
esta guerra no ha sido sino el telón de fondo para encubrir su verdadero
propósito: acabar con las resistencias, rebeldías, autonomías que en todo el
territorio nacional se han organizado contra los megaproyectos neoliberales
extractivistas, depredadores de la naturaleza, despojadores del territorio a
los pueblos originarios.
Comunidades
zapatistas, pueblos en defensa de la tierra, el agua, la naturaleza, la vida,
jóvenes insurrectos, maestros y estudiantes que defienden la educación pública,
trabajadores que defienden los derechos laborales, resistencias y rebeldías
contra el capitalismo han sido el blanco del Estado capitalista.
Es
en este contexto que se dan los hechos de Ayotzinapa, Normal Rural que siempre ha
defendido su proyecto de educación popular y emancipadora y que ha dado a la
lucha del pueblo ejemplares luchadores sociales como Genaro Vázquez y Lucio
Cabañas.
Ayotzinapa
en Guerrero, junto a los profesores de la CETEG y la CNTE se ha opuesto decididamente
a la mal llamada “reforma educativa”
y lucha por la preservación del normalismo rural, porque son una misma causa:
el derecho del pueblo a la educación pública, gratuita, laica, popular,
crítica, científica.
Acaso
estas sean algunas de las razones por las que con tanto odio, con tanta saña se
ataca a Ayotzinapa.
Y
por todo esto es por lo que nosotros, desde abajo y a la izquierda seguimos,
seguiremos asumiendo como propia la lucha por la presentación con vida de
nuestros compañeros normalistas de Ayotzinapa.
Y
también por todo esto es que rechazamos la “verdad
histórica” con la que la PGR pretende “dar
carpetazo al asunto”. Que fueron asesinados e incinerados por criminales de
un cártel, dice el gobierno,… ¿para que “lo
superemos”? ¿Para que nos resignemos? ¡No,
para garantizarse impunidad! La noche del 26 de septiembre atacó a los
compañeros la policía municipal de Iguala. ¿Y el ejército federal, que hizo? El
cuartel del 27 batallón de infantería está muy cerca del lugar del ataque. Hay
testimonios de que el ejército patrullaba la ciudad. También hay testimonio que
sacó de un hospital privado a un grupo de normalistas que ahí se refugiaron y
pidieron atención médica para un compañero herido. Al interrogarlos, los
militares dijeron a los estudiantes normalistas: “Den sus nombres verdaderos, porque si no, nunca los van a encontrar…”
Y
sí, ya sabemos que del Estado no hay que esperar nada. De ahí no vendrá la
justicia ni la verdad. Solo vendrán más mentiras, más cinismo. Impunidad. Por
eso es que no debemos dejar de insistir en que:
¡Vivos
se los llevaron, vivos los queremos!
¡No
son cenizas nuestros compañeros!
¡NO
OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS!
¡LA
JUSTICIA Y LA VERDAD SÓLO VENDRÁ DEL PUEBLO ORGANIZADO, INDEPENDIENTE DE
GOBIERNO Y PARTIDOS POLÍTICOS!
Colectivo Azcapotzalco,
Adherente a la 6ª Declaración de la Selva Lacandona
Correo: SextaPorLaLibre@gmail.com
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