Mumia Abu-Jamal
26-01-2015
Mucho me mortifica escuchar a los políticos
y a los sabelotodo decir que los
soldados están en la guerra "defendiendo
la libertad" -o aún peor-, "luchando
por la democracia".
Nada puede estar más lejos de la verdad.
Si
estas guerras nos han mostrado algo, es que las guerras imperiales, desde los
tiempos de la Roma antigua hasta el presente, son ejercicios de poder, no de
moralidad.
Piense
en el anuncio del comienzo de la guerra en Irak, con una campaña de bombardeos
contra Bagdad: "Conmoción y
Miedo", según el ex-presidente George W. Bush.
Crear "Conmoción y Miedo" en la
población civil - ¿no es eso terrorismo... con otro nombre?
¿No
fueron aterrorizados y sacados fuera de quicio los ciudadanos de la antigua
ciudad de Bagdad?
Claro,
cuando el Estado lo hace, le llaman política
militar. Cuando alguien que no es del gobierno lo hace, le llaman, terrorismo. ¿No es cierto?
Como si
fuera un virus, las guerras han desencadenado terrorismo a lo largo y ancho de
la región y han desestabilizado los países en todo el Medio Oriente.
Todos
esos países, grandes y pequeños, han sido sacudidos por la invasión y ocupación
de los Estados Unidos, y el mantenimiento de su poder ha sido cada vez más
precario. Porque la fuerza no hace correcto nada; la fuerza solo hace enemigos.
La
fuerza crea más terroristas y más terrorismo.
Estados
Unidos, borracho en el vino de su desmesurado orgullo, empezó una guerra contra
una nación que jamás le hizo nada, y menos atacarlo; y con esa guerra desató
fuerzas que hoy no puede controlar.
Estados
Unidos empezó un incendio que hoy todavía sigue ardiendo.
Y en
Bagdad, como en Kabul, fuerzas imperiales bien armadas trajeron caos y
destrucción masiva a miles y miles de seres humanos inocentes, basándose casi
totalmente en una absoluta ignorancia de las historias, las lenguas y las
culturas de esos pueblos.
Del
mismo modo que fracasó en Vietnam, hace medio siglo, así también fracasó en
Irak y en Afganistán, que todavía hierven en el fuego lento de la rabia que aún
no se ha disipado.
Matones
norteamericanos sorpresivamente entraron en esos dos países para destruir,
usando una vieja táctica que existe (por lo menos) desde 1795.
Y lo
único que han conseguido es un fracaso de proporciones épicas.
Esta
gran falta de balance entre el poder del Estado y el poder ciudadano ha
provocado protestas en docenes de ciudades en los Estados Unidos contra los
matones que visten de azul que asesinan, hostigan, humillan y golpean al pueblo
con total impunidad.
Yo
siempre me pregunto cuando veo los anuncios de programas contra matones.
¿Por
qué? Porque cuando menores ven esos programas, ¿no crees que esos niños y niñas
al ver el comportamiento de soldados y policías, también se preguntan?
Desde
la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal
--© ‘15maj
Traducción libre del
inglés enviado por
Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com
hecha en Refugio del Río
Grande, Texas, EE.UU.
Comentarios