Por Bárbara Zamora
28 Mayo 2015
Noticias de Abajo ML
Mayo 27, 2015
No
olvidamos que el compañero Juan Francisco Kuykendall Leal fue herido por un
cilindro de gas lacrimógeno disparado en contra suya por la policía. El impacto
le provocó una fractura cráneo-encefálica que lo mantuvo hospitalizado durante
más de un año hasta que finalmente falleció el 25 de enero de 2014. La agresión
fue perpetrada el día 1° de enero de 2012, cuando se realizaba una protesta
pacífica en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, cuando
tomaba posesión de la presidencia de la República Enrique Peña Nieto.
La PGR hizo una maraña retorcida de
procedimientos (como citar a declarar a 3 mil policías), argumentar que la
herida sufrida por Kuykendall no correspondía a las armas de la policía sino a
los cohetones o molotovs lanzados por los manifestantes para defenderse de la
agresión policíaca.
Teodulfo Torres Soriano, activista,
amigo y compañero de Kuykendall llegó con él esa mañana a la protesta que se
realizaba en repudio a la toma de posesión de Peña Nieto. Fue testigo directo
de la agresión, lo vio caer cuando documentaba con una cámara de video la
violencia desatada por la policía. Alcanzó a grabar el momento en que un
disparo sale de atrás de la valla metálica que circundaba el palacio
legislativa, muy probablemente la que impactó a Kuykendall. Pero Teodulfo dejó
de grabar para ir en ayuda del compañero herido. Por esto, cuando se requirió
que se presentara a declarar en el juicio iniciado por la familia de Kuykendall,
él estaba completamente dispuesto a dar su testimonio, sin embargo, justo en
las fechas en que debía realizarse la audiencia, Teodulfo fue desaparecido de
manera forzada el 25 de marzo de 2013. Todo indica que fue la policía quien
perpetró su desaparición forzada. Hasta la fecha, el Tío, como llamamos a Teodulfo sus amigos y compañeros, sigue
desaparecido.
Ante la impunidad que prevalece el
México, el caso de Kuykendall se ha presentado ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos. Bárbara Zamora, abogada que da seguimiento al caso,
enfatiza que no se busca solamente castigo para los autores materiales de este
crimen de estado, sino también para sus mandos, para quienes les ordenaron
llevar esas armas mortales y accionarlas contra los manifestantes.
Hubo más heridos ese 1° de diciembre.
Uno de ellos es Uriel Sandoval, estudiante de la UACM, quien a consecuencia del
impacto de una bala de goma perdió un ojo y a la fecha continúa con secuelas, daños
neurológicos que le afectan a la vista del ojo que conserva. Es necesario
sostener la solidaridad con el compañero, pues como todos los que de abajo somos
y luchamos, vive una situación precaria. No olvidar que si tocan a uno, nos tocan a todos.
La agresión mortal contra Juan
Francisco Kuykendall ocurrida en el mismo momento en que Peña Nieto era
investido como presidente marca el signo criminal del actual gobierno, aunque
ya de por sí traía antecedentes igualmente nefastos. Recuérdese que el mismo
Peña Nieto gobernaba el Estado de México cuando los días 3 y 4 de mayo de 2006
se desató el brutal ataque contra los ejidatarios de San Salvador Atenco, que
dejó un saldo de 2 muertos (Javier Cortés y Alexis Benhumea), más de 200
detenidos, decenas de heridos y más de 30 mujeres sometidas a tortura sexual.
(La Voz del Anáhuac-Colectivo
Azcapotzalco)
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