Por Heriberto Paredes
25 mayo, 2015
Agencia SubVersiones
En la
mañana de este 25 de mayo de 2015, el comandante de la policía comunitaria de
Aquila, Michoacán, Semeí Verdía, junto con un integrante de su escolta, Juan
Manuel Satién Cándido, fueron víctimas de una emboscada. Los hechos ocurrieron
en la carretera que va de la cabecera de Santa María Ostula a la carretera
federal 200, en el paraje conocido como Los Otates, a un costado de la
encargatura de La Cobanera. En el lugar se encontraron varios cartuchos
percudidos de grueso calibre pero no se encontraron huellas de vehículos por lo
que se confirma que se trata de una emboscada previamente planificada y no un
enfrentamiento espontáneo.
El escolta fue el único que se reportó como
lesionado sin que se trate de heridas de gravedad y se encuentra fuera de
peligro.
Las y los comuneros de Ostula, las
autoridades comunales y agrarias se encuentran preocupados por la seguridad de
su comandante y su escolta, denuncian enérgicamente lo ocurrido, sobre todo en
el contexto que ahora se vive en la región costera y en todo el estado, es
decir, las elecciones para ocupar el cargo de gobernador, las alcaldías y la renovación
del congreso estatal.
Es importante resaltar que las agresiones a
la comunidad nahua no han cesado desde la recuperación de tierras en junio de
2009. Hasta el momento se tiene la certeza de 32 asesinatos y 6 desapariciones
forzadas a manos del crimen organizado, es decir la mancuerna de los Caballeros Templarios y el poder
político priísta local. Con este ataque suman ya dos intentos por asesinar al
comandante Semeí Verdía desde la recuperación del territorio a manos de la
nueva policía comunitaria en febrero de 2014.
Además de esta agresión física –la cual ya
está siendo evaluada por organizaciones de derechos humanos– el pasado sábado
23 de mayo, el presidente del Comisariado de Bienes Comunales fue notificado de
una demanda en la que se expone la supuesta propiedad –a través de un
prestanombres– de 36 hectáreas que corresponden a tierras comunales de Ostula,
precisamente las tierras colindantes con las que explota el minera Ternium. Los
documentos se recibieron –coincidentemente– justo en el momento en el que se
realizaba el primer reparto de tierras hecho por las propias autoridades
agrarias de la comunidad luego de un largo proceso de medición del territorio y
de que la asamblea general –máxima autoridad– determinara cómo se realizaría
este importante proceso.
Michoacán vive un contexto de reacomodo del
poder político a nivel estatal de cara a las elecciones del próximo 7 de junio,
en este sentido, tanto los candidatos y partidos políticos como los remanentes
del crimen organizado, buscan –a cualquier precio– generar las condiciones para
recuperar el control completo de la economía y de la política. No son episodios
aislados ni los asesinatos de candidatos ni las masacres multitudinarias de las
que se tuvo noticia en semanas anteriores, todo responde a una lógica
capitalista en la que cárteles y partidos políticos son ya una misma fuerza.
En el caso específico de la costa, no se
puede olvidar la existencia de una de las minas de hierro más importantes del
mundo, ubicada precisamente en el municipio de Aquila, a un costado de las
tierras comunales de Ostula; a pesar de que, oficialmente, el territorio de
esta comunidad ya está concesionado para continuar las exploraciones mineras y
para desarrollar un polo industrial que facilitaría la salida del hierro hacia
otras naciones y su transportación a otros puertos nacionales, la resistencia
organizada de la población ha impedido que estos proyectos económicos se lleven
a cabo. La codicia de empresarios, políticos y criminales no ha cesado, muestra
de ello son los constantes ataques que recibe Ostula para intentar el despojo.
Hasta el momento, luego de una larga historia
de organización comunitaria, la población nahua que habita estas tierras ha
expresado que no van a dejar la lucha nunca y que van a defender su territorio hasta
donde sea necesario.
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