26/10/2014
La desaparición de los 43 estudiantes normalistas del poblado de
Ayotzinapa, en el estado mexicano de Guerrero, parece haber despertado del
letargo a la sociedad mexicana ante un nuevo y gravísimo episodio de
desapariciones en el país. La indignación ha sido tal que no ha pasado
desapercibida en el resto del mundo y se ha trasformado en acciones a nivel
global.
“¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, es el clamor que resuena por todo México en las
recientes manifestaciones con la esperanza de que esto no solamente el gobierno
mexicano realmente investigue y dé con el paradero de los jóvenes estudiantes,
sino también que la comunidad internacional condene enérgicamente y presione al
Estado mexicano.
Las actuales movilizaciones de la sociedad han
tenido un efecto positivo, lograron atraer los ojos del mundo, por lo que
ahora es el momento preciso para que ese reclamo se convierta en un clamor por
los cerca de 30 mil o más personas desaparecidas en todo el país, según
estimaciones de varias organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y
entidades gubernamentales.
Cabe destacar que durante el gobierno del presidente
Felipe Calderón (2006-2012), la Comisión Nacional de Derechos Humanos
contabilizó 24.800 casos de personas desaparecidas; la Secretaría de
Gobernación (Ministerio del Interior), bajo el actual gobierno, dio a conocer
que se tienen registradas en ese periodo 26.567, mientras que la oficina
de Los Ángeles Times en México y la ONG mexicana Propuesta Cívica
contabilizaron 20.851 desapariciones, de las cuales 11.201 son hombres y 8.340
mujeres.
Otro tanto hizo Human Rights Watch (HRW) en su
informe de 193 páginas publicado el 20 febrero de 2013, titulado: “Los Desparecidos de México: El persistente costo de una crisis
ignorada”, donde revela pruebas contundentes que indican que “miembros de todas las fuerzas de seguridad
intervinieron en desapariciones forzadas, es decir, el Ejército, la Marina y
las policías federales, estatales y municipales” en al menos 149 casos.
Asimismo, el informe exhorta al presidente Enrique Peña Nieto a que defina una
estrategia para investigar y erradicar las desapariciones.
Ahora es el momento preciso para que el presidente
Enrique Peña Nieto tome en consideración la recomendación de HRW, no sólo para
esclarecer el caso que tiene centrada toda nuestra atención, sino de todos los
desaparecidos y evitar que más mexicanos corran con la misma suerte. El caso de
los estudiantes de Ayotzinapa debe ser el detonante para que en este país
termine con la impunidad y se empiece hacer justicia.
Durante la búsqueda de los 43 estudiantes se han
hallado al menos 35 fosas comunes, de las cuales, en las primeras 26 se
encontraron 28 cuerpos que no corresponden a los de los jóvenes normalistas.
Estos hallazgos no deben de sorprender a nadie, pues son de los tantos desaparecidos
que las autoridades federales y estatales tienen la obligación de identificar e
investigar cómo llegaron ahí y, obviamente, hallar a los culpables.
Hoy México y el mundo se solidarizan con las
familias y compañeros de los 43 estudiantes, pero también es momento de voltear
a ver a las más de 30.000 familias que por años han enfrentado solos un vía
crucis para tratar de dar con el paradero de sus seres queridos, y que además
han tenido que sufrir del maltrato e indiferencia de las autoridades.
La sociedad no debe bajar la guardia una vez que
Ayotzinapa quede atrás, al contrario debe seguir unida levantando la voz por
todos aquellos que se encuentran ausentes y para que no se repita otro caso
más.
Publicado el 24 /
septiembre / 2015
Transmitido en vivo el 30/05/2015
teleSUR tv
Publicado el 14/11/2014
La consigna que se
escucha en las calles es "Vivos se los llevaron, Vivos los
queremos", las manifestaciones no cesan en todo México,
pidiendo justicia luego de la desaparición de los 43 normalistas de la escuela
de Ayotzinapa.
Comentarios