Por qué es importante
Portavoz oficial de la
Coalición Internacional Perla Lara. Correo oficial: Ayotzinapaacudealpapa@gmail.com
Ciudad de México 26 de
Agosto 2015
Papa
Francisco, Jorge Mario Bergoglio, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica
ASUNTO:
México es Ayotzinapa y México acude al Papa
Dios es omnisciente. Su
conocimiento global de los sucesos del mundo está reconocido en los textos
sagrados. El creador no necesitó hacer un viaje a Sodoma y Gomorra para
certificar la perversión imperante en esas ciudades. El todo lo ve, todo lo
sabe y todo lo escucha.
Dios conoce la tremenda crisis humana que el pueblo mexicano vive
con dolor desde hace más de una década. México, en consonancia con otras
latitudes del mundo, es hoy por hoy una nación herida por la descomposición
social derivada de un círculo de violencia enajenante. Millones de mexicanos
nos encontramos en una desesperante situación dada la pérdida progresiva de
esperanza ante el asesinato sistemático de los nuestros. Los mexicanos estamos
a la merced de la ley del más fuerte, y a la deriva de nuestro derecho
inalienable a la vida, a la seguridad y a la dignidad.
Padre Bergoglio: como sacerdote latinoamericano usted conoce la
realidad de nuestros pueblos y la estima que le profesamos quienes conformamos
el cuerpo de la Iglesia Católica Apostólica y Romana que ahora usted encabeza,
pero no solo, aun los que no profesan esta fe, han encontrado en usted un líder
moral. Sabemos que México está en sus oraciones y comprendemos que, si bien no
tiene una fecha para visitar nuestro ensangrentado país, la situación de México
ocupa un lugar trascendental en su agenda del alma.
Los sucesos del 26 y 27
de septiembre de 2014 acaecidos en el estado de Guerrero y las movilizaciones
ciudadanas en todo el mundo para exigir justicia ante los crímenes perpetrados
contra los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos cuyo saldo
conocido fue 3 asesinados, 43 desaparecidos y una veintena heridos; han puesto
en los labios de la cristiandad y de las buenas conciencias, la palabra “Ayotzinapa”
para referir la crisis humanitaria que se vive a lo largo y a lo ancho del
territorio mexicano.
A 11 meses de exigir
justicia, por parte de las madres y los padres de los estudiantes asesinados,
agredidos, y también de los de los desaparecidos; millones de mexicanos fuera y
dentro de sus fronteras, seguimos adoptando ese dolor como propio, y hemos
hecho de Ayotzinapa nuestra bandera para exigir justicia y el cese de la
violencia; tenemos sed del cuerpo de Cristo, porque es el amor del Padre, el
bálsamo que necesitamos para soportar el sufrimiento que la incertidumbre sobre
el paradero de nuestros 43 estudiantes desaparecidos sigue alargando. Estas son
las razones que nos mueven a solicitarle audiencia con una comisión de
representantes del pueblo herido de Ayotzinapa y de unos de los nuestros,
habida cuenta de su buena disposición con la feligresía latinoamericana y a la
histórica vinculación de la Compañía de Jesús en la salvaguarda y la integridad
de América Latina.
Estamos conscientes de
que su viaje a los Estados Unidos de América se encuentra programado por una
apretada agenda, pero confiamos en su buena voluntad para aceptar lo que el
pueblo mexicoamericano le pide; tan solo un instante, un abrazo, una bendición,
unas palabras que sirvan de aliento para continuar en nuestra búsqueda de
justicia y dignidad. Su compasión será derramada no sólo entre los miembros de
las familias mexicanas rotas que cargan a cuestas el dolor de la pérdida de un
ser amado, sino también entre los miles de inmigrantes mexicanos que vivimos en
esta nación que ahora usted visita, porque nos hemos unido en un mismo dolor,
en una misma lucha por dignidad, verdad, justicia y libertad, con lo que se
crea un paz verdadera.
Gran parte de la población
mexicana que vive del otro lado del Río Bravo, hemos sido desplazados de
nuestra patria por la situación de pobreza, inseguridad y persecución
imperantes en México. Y, aunque en esta nación de naciones fundada en los
principios bíblicos hemos recibido muchas oportunidades que en nuestros lugares
de origen nos han sido negadas, seguimos siendo mexicanos y amando la tierra en
la que nacimos y en donde se encuentran nuestros amigos y familiares. Usted
mismo se ha mostrado sensible y solidario en los asuntos referentes a las
condiciones de los inmigrantes desplazados alrededor del mundo. Los migrantes
mexicanos aplaudimos sus declaraciones cuando aseguró que, de poder hacerlo,
cruzaría la frontera entre México y Estados Unidos de América a pie, para dar
un mensaje simbólico de solidaridad con los migrantes perseguidos del mundo. “No maltrates al extranjero o inmigrante,
porque tú también fuiste extranjero en Egipto”. (Ex. 22,20)
Durante la primavera
pasada medio centenar de ciudades estadounidenses, entre ellas la ciudad de
Filadelfia, tuvo la gran oportunidad de unirnos en una sola voz. Migrantes,
colectivos solidarios y familiares de los estudiantes desaparecidos abrazamos
nuestra rabia ante el sistema genocida mexicano y nos comprometimos en la lucha
por la exigencia de justicia. City Hall se convirtió en el espacio de
confluencia de nuestras voces, todas cohesionadas en la Caravana 43 USA. Los
representantes de las víctimas directas de crimen perpetrado en Ayotzinapa
expresaron en la Ciudad del Amor Fraternal su palabra doliente y honesta y la
digna rabia que nos convoca de nuevo a extenderle la presente solicitud, y a la
que hemos recibido el apoyo de un movimiento internacional que conforma la
coalición firmante.
En breve arribará a la
Unión Americana otra delegación desde Ayotzinapa conformada por madres de los
jóvenes desaparecidos, con la finalidad de encontrarse con el Vicario de
Cristo, sucesor del Apóstol San Pedro, y que escogió el nombre de Francisco por
el Santo de Asís, al cual en sus años de pontificado le ha rendido digno
tributo.
Como los pobres de
Jerusalén, como los peregrinos, esos cristianos inmigrantes pobres y
discriminados, llegarán nuestros hermanos de Ayotzinapa para recibir su
palabra, anteponiendo el amor a la rabia y con el corazón dispuesto a encontrar
la paz entre nuestros pueblos. Tenemos confianza en que las cristianas
voluntades se unirán para hacer posible la audiencia que le solicitamos durante
la celebración del Encuentro Mundial de las Familias Filadelfia 2015 donde,
asistirán muchos mexicanos dado que México es el segundo país con más población
católica en el mundo y cientos de miles de más asistirán al Encuentro habida
cuenta de que actualmente viven en los Estados Unidos de América más de 30
millones de migrantes de origen mexicano. Así, consideramos que la recepción de
la delegación que viaja desde Ayotzinapa para encontrarse con Su Santidad
resulta lógica, natural y necesaria; y que en virtud de lo que en palabra de
David, un hombre conforme al corazón de Dios, a su letra dice: “Justicia y juicio son el cimiento de tu
trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 18,14). El
Siervo de Dios San Juan expresó: “Si
sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido
de él” (1ª Juan 2, 29).
Nosotros, creyentes
mexicanos, sabemos que Dios es justo y que el Papa Francisco en su investidura,
lo es también. Por eso no descansaremos hasta atraer la justicia para el atroz
crimen cometido a Julio César Mondragón, estudiante normalista de la Normal
Isidro Brugos de Ayotzinapa, que esa fatídica madrugada fue desollado vivo y le
fueron arrancaron los ojos. La búsqueda de los 43 estudiantes ha arrojado
resultados espeluznantes luego de que se descubriera más de una docena de fosas
clandestinas en las inmediaciones de la ciudad de Iguala sin que se haya podido
identificar cuántos y quiénes fueron los ciudadanos mexicanos e inmigrantes
centro americanos cuyos cuerpos conforman un cementerio ignoto en nuestros
valles y cañadas.
En este escenario del
imperio de la corrupción e impunidad que ha regenerado la violencia sistémica,
el abrazo y pronunciamiento del Vicario de Cristo ante esta tragedia
humanitaria será de gran valor moral, social e histórico para el pueblo de
México, para la feligresía Latinoamericana y para todos aquellos que hemos
abrazado la causa de Ayotzinapa en los rincones más remotos del mundo.Nos han
quitado tanto, que nos han quitado el miedo, pero no queremos perder la
Esperanza y la Fe que proviene del Amor de Dios; queremos esa Paz al final de
esta lucha por la Vida, y por nuestro amor al prójimo.
Firmantes:
Asamblea de padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa
Emiliano Navarrete,
Secretario General.
Coalición de Mexicanos
sin Fronteras, Inmigrantes y Organizaciones solidarias en apoyo a celebración
de una audiencia de la delegación proveniente de Ayotzinapa, Guerrero, con Su
Santidad el Papa Francisco.
c.c.p. / Arzobispo
Charles Chaputc.c.p./
Tom Wolf, Gobernador del
Estado de Pensilvaniac.c.p./
Michel Nutter, Alcalde
de Filadelfia
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