difusion_01
Ké Huelga Radio
libre, social y contra
el poder
Octubre de 2015
Centro de Medios Libres
26 octubre, 2015
A un año del debate sobre los medios libres, abierto por las
intervenciones de los Subcomandantes Galeano y Moisés el 10 de agosto de 2014,
compartimos algunas reflexiones sobre el quehacer de nuestros espacios y medios
de comunicación. Al compartir y trabajar en colectivo, hemos ido tejiendo
redes, prácticas y solidaridades colectivas que permiten hablar de un
florecimiento de los medios libres: al lado de los espacios ya existentes,
nacen múltiples experiencias de comunicación libre, y junt@s amplificamos la
lucha contra la mentira y la muerte que el capital y sus sirvientes imponen.
Además, los medios libres están siendo impulsados por el cierre arbitrario de
los escasos espacios críticos existentes en los medios comerciales y la
criminalización de la profesión. En México, la represión se acentúa y l@s
integrantxs de los medios libres no escapan a ella, por lo que una de las
tareas vitales es reforzar y ampliar las redes de respuesta frente a la
violencia, las detenciones y los secuestros. En este texto revisitamos nuestras
ideas generales sobre los medios libres y proponemos la creación del Sistema de
Información de la Resistencia (SIR) como un paso adelante en la coordinación de
nuestros espacios y una invitación para que los participantes directos de las
luchas hagan parte de las tareas informativas tan urgentes y necesarias contra
la guerra de exterminio que estamos padeciendo.
Primera
parte: los muchos modos de ser medios libres
1. ¿Por qué somos
diferentes de los medios de paga?
Medios libres/Medios de paga, establece una diferencia entre
quienes reciben remuneraciones y venden la comunicación y quienes comunican
como una forma de construir otro mundo, otra sociedad.
Los medios de paga hacen
de la comunicación una mercancía, un medio para generar ganancias mediante
empresas mediáticas. Estos medios reproducen la organización capitalista de la
comunicación en su esencia: la contratación de asalariados, el objetivo de
lucro, la dependencia respecto del poder del dinero. Esta organización en “empresas mediáticas” permite una
importante generación de mensajes que, sin embargo, no llegan, ni todos, ni
completos, al público consumidor de información y conocimientos. Esta es una de
las principales debilidades de los medios de paga: sólo emiten los mensajes que
son rentables, la información y el conocimiento pueden ser deformados por las
empresas mediáticas, pues su monopolio les permite mentir y seguir obteniendo
ganancias. El silencio también genera ganancias: en una relación mafiosa con
los poderes políticos, los medios de paga venden el no comunicar ciertos
eventos. Deformación, manipulación, mentira y silencio son las prácticas
comunes de los medios de paga.
2. Un horizonte para
los medios libres
Los medios libres, entendidos como aquellos que han
desterrado la relación básica del capitalismo, a saber, el convertir la
comunicación en mercancía que genera ganancias, buscan formas no capitalistas
para generar informaciones y conocimientos. Cuatro son las prácticas que han
abierto camino a los medios libres hacia una organización no capitalista:
-la reapropiación de las
tecnologías,
-la independencia
respecto de los grandes proveedores de servicios de comunicación,
-la independencia
respecto del Estado, y
-una relación directa
con la sociedad.
Esas prácticas crean un “ritmo interno” que va modelando cada
medio libre, ocupado en construirse de manera autónoma más que en figurar o
participar en las coyunturas. A los medios libres no nos manda la lógica de la “eficiencia” mediática, situada en los
tiempos de la inmediatez, sino que nos creamos a partir del diálogo: la
relación salarial propia de las empresas mediáticas es sustituida por la
construcción de acuerdos, de colectivos y de prácticas consensuadas sobre qué,
cómo y quiénes comunican.
Construimos comunicación
dialogando con las y los que luchan. Hasta ahora, nuestra principal función ha
sido la de testimoniar: nos organizamos para que la palabra de los que estamos
luchando vuele lejos y quede constancia de nuestras búsquedas de un mundo
mejor. No habría medios libres sin nuestra participación directa en las luchas
sociales: las personas que formamos los medios libres somos parte de la lucha
no sólo porque estamos liberando la comunicación sino porque oponemos la
gratuidad a la compra y venta que hacen las empresas mediáticas.
3. Contra la
mercantilización de la comunicación
Otra diferencia sustancial con los medios de paga es que los
medios libres estamos por la libre circulación de las informaciones y los
conocimientos: el copyright es el
otro extremo de la cadena capitalista y por ello, nos esforzamos en
colectivizar tanto los resultados de nuestra actividad como los medios para
crear comunicación. Cualquier práctica que limite la comunicación juega a favor
del capitalismo. Si el diálogo y la diversidad son los colores de nuestro
mundo, debemos favorecer la libre circulación de los mensajes y la difusión de
las tecnologías que nos permiten comunicar. No combatimos al monopolio
mediático creando un “label-medios
libres” sino a través de la liberación de la comunicación: libre
circulación de la palabra y las informaciones, libre acceso a los medios de
comunicación. En este camino, buscamos dejar de ser medios y convertirnos en
espacios de comunicación libre y directa donde se crean las condiciones para
suprimir las especializaciones y potenciar el diálogo social.
4. ¿Cuál debe ser
nuestra actitud ante los trabajadores de los medios masivos de comunicación?
La idea de que esos trabajadores son mercenarios al servicio
de las empresas mediáticas es una primera aproximación que nos sirve para
desterrar los protagonismos en los medios libres. Sin embargo, si nos quedamos
en esa sola afirmación, perdemos de vista que, como el resto de los
trabajadores, la mayor parte de los profesionales de la comunicación están
sometidos a la precariedad, las malas condiciones de vida y en particular a los
riesgos que representan tanto el crimen organizado como los gobiernos
autoritarios y criminales. México se ha convertido en uno de los países más
peligrosos para el ejercicio del periodismo. La organización Artículo 19 ha
documentado 88 asesinatos de periodistas de 2000 a agosto de 2015. Por encima
de esa gran mayoría de comunicadores profesionales están los capos de la verdad
(López Dóriga, Alatorre, etc.) y sus amos, los empresarios dueños de los medios
masivos de comunicación (Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, etc.): esos son
nuestros enemigos. Con los trabajadores de la comunicación debemos tratar de
tejer lazos solidarios e intercambios de saberes que enriquezcan y amplíen las
experiencias autonómicas en los medios libres. Los ataques a l@s periodist@s y
a los medios libres crean un terreno de acción común en contra de la violencia
institucional.
Segunda
parte: Lo que proponemos
1. Necesitamos enlazarnos,
y ello lo podemos hacer mediante:
a.
El intercambio de materiales: se trata de hacer ágil el acceso a los materiales
que creamos así como apoyarnos mutuamente en su difusión.
b.
Crear espacios y modos de intercambio de conocimiento. Mejorar las formas en
que creamos y compartimos conocimientos. Enriquecer los espacios mezclando
diversas formas de expresión (por ejemplo, sumar video al audio y viceversa,
crear versiones impresas de contenidos electrónicos, etc).
c.
Crear redes de respuesta y seguimiento ante hechos represivos.
d.
Vías seguras de comunicación entre nosotros: proponemos comenzar por trabajar
el anonimato y la encriptación de nuestras comunicaciones en la red
2. Enlazarnos sobre la
base del respeto y reconocer las diferencias en el trabajo.
La acción
descentralizada necesita del respeto a las visiones y prácticas de l@s otr@s
como punto de partida para relaciones sanas y creativas. En lugar de
desgastarnos en discusiones interminables y generalmente estériles, proponemos
el florecimiento de las ideas y las prácticas de tod@s los espacios e
individu@s. Rescatar lo que tengamos en común y dejar que sea la práctica la
que señale lo que sirve para hacer avanzar la lucha contra el capital. Debemos
huir de las recetas y reconocer las diferencias que representa el contexto
social en el que actuamos: reconocer que en las ciudades existe un mayor acceso
a los medios materiales pero padecemos un aislamiento mayor, en tanto que en
las comunidades hay relaciones más cercanas pero muchas veces se tienen menos
medios técnicos y de comunicación.
3. Privilegiar la
construcción colectiva y el anonimato.
No dar paso al
protagonismo, sino buscar formas para “que
pese más la información que quién la produce” y establecer plataformas de
difusión colectiva. Proponemos alejarnos cada vez más de la lógica de los
medios de paga que privilegian la individualidad del “comunicador” o de ciertos colectivos por encima de la chamba
conjunta de los medios muy otros. El debate sobre imitar o no a los medios de
paga por lo que tienen de alcance masivo e influencia social, está abierto.
Nuestra postura es que los medios de comunicación deben tender a desaparecer
para que sean las y los luchadores sociales quienes elaboren y colectivicen las
informaciones y conocimientos.
4. Construir nuestra
autonomía
La reflexión zapatista
nos deja también con la tarea de pensar y construir primero la supervivencia de
los medios libres y luego la autonomía. En general, nuestros espacios de
comunicación han crecido como actos de dar: de entrada hemos expulsado de
nuestros espacios tanto al trabajo asalariado como al dinero: nunca hemos cobrado
por hacer una entrevista, por abrir los micrófonos a alguna lucha; nunca hemos
recibido dádivas ni patrocinios: nuestro espacio se mantiene del trabajo
colectivo, de nuestras cooperaciones voluntarias y de donaciones
desinteresadas. Pero el capitalismo y su hijo predilecto, el dinero, regresan
constantemente por la ventana: aunque nosotras no tenemos paga ni vendemos
nuestro hacer, los equipos, el internet, los transportes, la comida y el largo
etcétera que es nuestra vida cotidiana, nos obliga a conseguir dinero para
hacer frente a la necesidad de contar con los medios e infraestructuras para la
comunicación. Quedemos por ahora con esa pregunta abierta ¿cómo puede ser
autónomo un medio libre?
La guerra de exterminio
y la crisis social que vivimos exigen que pongamos por delante el trabajo
colectivo y lo que nos une. Proponemos trabajar en colectivo para consolidar y
ampliar las tareas de los medios libres, en una perspectiva de que nazcan
espacios de comunicación libre por todo el país y seamos capaces de enlazar a
los pueblos que en México y el mundo luchan contra el monstruo capital. Nuestra
radio se declara lista y toma su lugar en esta lucha que es, sin duda, una de
las más importantes de los tiempos actuales.
Tercera
parte: construyamos el Sistema de Información de la Resistencia (SIR)
En su texto Medios,
tercios, cuartos, el Subcomandante Galeano propuso una tarea histórica para
la organización revolucionaria: derribar el edificio completo del capitalismo,
hasta los cimientos, y construir otro pero horizontal. En esta tarea es
esencial el saber dónde golpear y cómo golpear. Intentando trasladar estas
ideas a las prácticas de los medios libres lanzamos esta modesta proposición
que busca combatir uno de los nodos del poder de los medios de paga: la especialización.
Los medios de paga
concentran la “información” sobre
nuestras sociedades y la transmiten de modo parcial, deformado y mentiroso. Uno
de sus grandes poderes es contar con los recursos para conocer lo que está
pasando dentro del país y en todo el mundo. Los medios libres en cambio,
tenemos una palabra apegada a las luchas pero nuestro alcance, a pesar de las
redes, es limitado porque somos pocas personas actuando frente a lo gigantesco
de la tarea por realizar.
El Sistema de
Información de la Resistencia (SIR) es una propuesta para hacer trabajo
colectivo y generar redes de información de las luchas sociales en México y el
mundo. Siguiendo la experiencia de las luchas sociales que han creado sus
propios espacios de comunicación, como es el caso del EZLN, del CGH de la UNAM,
de las comunidades indígenas por todo el país, proponemos la creación de una
red de MENSAJES que permitan conocer y difundir lo que pasa y lo que se hace en
la geografía de las luchas sociales. Pensamos que el impulso que el EZLN y
diversas comunidades en lucha han dado a los medios libres, ha creado las
condiciones mínimas para crear una red como la que proponemos.
La propuesta es:
1.
Invitamos a los luchadores sociales, activistas, rebeldes, vecinos organizados,
a redactar un párrafo, una página, un texto, un cartel, una foto, un video,
sobre el tema que queremos comunicar. Para la libre expresión no hay sucesos o
pensamientos que sean más importantes que otros. Lo que se busca es romper la
incomunicación en que vivimos y para ello es tan valioso el contar el apañón en
el barrio como la ocupación de tierras o la lucha en las barricadas.
2.
Grabarlo con cualquier medio al alcance: desde el papel y el lápiz hasta el
teléfono celular, grabadora, computadora, cámara. En el caso de los mensajes en
audio están los buzones de los medios libres (el de la Ké Huelga es el teléfono
52 55 84 214 102). Para otro tipo de materiales está nuestro correo electrónico
kehuelga@kehuelga.net
3.
Hacer circular tu mensaje a través de: fotocopias, un periódico mural, un
correo electrónico, un sitio de facebook y/o entrando en contacto con los
medios libres. Por nuestra parte, nos comprometemos a incluir en el sitio
internet y en la programación de nuestra radio todos los mensajes que nos hagan
llegar.
Si cada lucha social en
el país realizara ese trabajo colectivo, tendríamos un material suficiente para
retratar la realidad de nuestras luchas y, por ese medio, fortalecer los lazos
entre organizaciones, colectivas e individuas en movimiento.
Algunas indicaciones iniciales:
Para que la información pueda comunicar necesita de ciertos
elementos que no pueden faltar: indicaciones de tiempo y de lugar (cuándo,
dónde); indicaciones de qué se habla (qué pasó) y de quién lo hizo (quién).
Esos cuatro elementos permiten entendernos: cuándo, dónde, qué y quién son el
mínimo para que un mensaje sea comprendido por quien lo recibe. El resto vendrá
poco a poco…
Posdata. Como modesta
proposición, el SIR es apenas una idea para la lucha y tiene como fundamento
una de las prácticas con la que los medios y espacios libres de comunicación
hemos agrietado el muro de la comunicación de paga: la acción descentralizada.
Se trata de liberar la creatividad y que surjan escuchas, relatoras,
retransmisoras de todo tipo y por todas partes, con los medios que cada cual
tenga al alcance. Lo que da sentido a este trabajo colectivo es el objetivo
común: dar a conocer el rostro de nuestras luchas, eso sí, cada quien a su
modo. Nuestro mundo es el de la diversidad…
Ké Huelga Radio
libre, social y contra
el poder
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