Canción del proyecto "Violeta
Viva". Un homenaje a la gran Violeta Parra.
¡Que vivan los estudiantes!
¡Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!
¡Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!
Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!
Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!
Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!
Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!
Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!
UNA
REMEMBRANZA
La Voz del Anáhuac
Enero 28 de 2016
En 1968 el movimiento estudiantil mexicano trasmitió en la
frecuencia de Radio UNAM, el noticiero del Consejo Nacional de Huelga. Los
brigadistas se reunían todas las noches, a las 8pm, luego de las actividades
cotidianas de la huelga para escuchar las noticias del CNH. Familias enteras
igualmente sintonizaban el 860 de AM para enterarse de cómo iba el movimiento.
En el taxi, en el autobús, en algunas cafeterías, en las taquerías también se
escuchaba la palabra de los jóvenes en esa frecuencia. Era un espacio que el
movimiento ganó a pulso. Hasta que el ejército ocupó Ciudad Universitaria el 18
de septiembre de 1968… Días después, el 23 de septiembre, el ejército tomó a
sangre y fuego el Casco de Santo Tomás, del IPN. Luego vino la masacre del 2 de
octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Estas informaciones ya
no se trasmitieron.
Pero casi todo
el mes de agosto y parte de septiembre, a las 8pm, en voz de Ángel Parra se
escuchaba “¡Que vivan los estudiantes!”, al inicio y al final de la
trasmisión del espacio informativo del Consejo Nacional de Huelga.
Ausente ya, Violeta
Parra se solidarizó, sin saberlo, a través de la voz de su hijo, con el
movimiento estudiantil mexicano, como lo hizo en vida con otros movimientos
estudiantiles y populares en América Latina y en el Mundo.
¡Viva Violeta
Parra, siempre solidaria, siempre comprometida con las luchas de los de abajo,
con todas y todos los que agradecen a la vida poder ser y luchar por un mundo en el que no se necesite maldecir al alto cielo ni preguntar nada al santo padre que
vive en Roma!
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