Argentina-24 de Marzo: ¡Una, dos, tres muchas marchas!... respetando la distancia ideológica y política
(Por Alfredo Grande/APe)
03/13/2016
Posteado por Red Latina
sin fronteras
03/13/2016
24 DE MARZO
¡Una, dos,
tres… muchas marchas!
“El oportunismo de un 24 de Marzo antimacrista
desde la concepción política del kirchnerismo no será en mi nombre. Y estoy
seguro que tampoco será en el nombre de los revolucionarios por un mundo donde
no haya más espejos, ni espejitos de colores, y menos espejos que deforman la
realidad. Unión en diversidad. Una, dos, tres, muchas marchas, muy cerca una de
otra, respetando la distancia ideológica y política, sumando, multiplicando,
potenciando. Por eso es una marcha. Y no es un desfile. Ese será mi 24 de
Marzo. Ya lo dije: a mí también me sobran los motivos”.
Fragmento de
este enfoque de AG que aporta valiosos conceptos para una discusión
imprescindible.
Realidad entendida a su vez como modo de producción de cosas y
de personas. Modo de producción donde se reproduce la división técnica y
política del trabajo. Y donde se consuma en forma silenciosa el más formidable
despojo a los trabajadores. Carlos Marx lo denominó “apropiación de plusvalía”.
Y es tan invisible como cualquier impuesto al consumo que se paga sin que nos
demos cuenta.
Esa es una de nuestras
desgracias. Ojos que no ven, bolsillo que
no siente. Ese modo de producción, que es capitalista, que es ladrón, que
es asesino, que es destructor de tierras, aire y aguas, es sostenido incluso
por aquellos que pretenden combatirlo. Entonces optan por dulcificarlo. O
maquillarlo. O embellecerlo. O banalizarlo. O entibiarlo. Como capitalismo,
pero serio. O como saqueo, pero con el apodo de “inversiones”. Volverán
luminosas golondrinas con sus alas jocosas a endeudar. Y luego, o antes, que no
importa demasiado, se des endeudará, que no es otra cosa que pagar las deudas
anteriores, o sea, honrar las estafas. Porque a las deudas hay que honrarlas, y
a las estafas también.
Desde el antimacrismo,
especialmente el antimakrismo, se insiste con el regreso a los 90, o de los 90.
Ese regreso debe tener el sabor del reencuentro, ya que muchos y muchas que
transitaron la autopista “década ganada”,
también circularon airosa y corruptamente por la autovía “Anillaco–Buenos Aires”, también conocida como “la Menem”.
La marcha del 24 de Marzo
es por lo tanto el analizador que nos permitirá pasar al otro lado del espejo.
Ese espejo que refleja pero también deforma la realidad y termina construyendo
caricatura de caricaturas. Reflejarse es someterse a la tiranía cruel de los
vendedores de ilusiones y alucinaciones.
El Espejo Cambiemos reflejará globos amarillos y
la buena vecindad. Cuando los vecinos protestan y se animan a luchar, es una
mala vecindad. Hay que hacerla de goma con balas de goma o pistolas taser).
Los globos del tipo “pobreza cero” ocultan el segundo
término de la ecuación liberal: riqueza 10. El Espejo FPV reflejará capitalismo
serio y derechos humanos. Extraña y siniestra pareja. Al primer término de la
consigna lo desmiente un Jaime (entre tantos otros) y al segundo término lo
desmiente Luciano Arruga (entre tantos otros).
He llegado a dudar que
podamos construir el FRENACRI (Frente Nacional contra la Riqueza). Lo pensamos
con Alberto Morlachetti una noche en que pude ganarle a la generala.
Si el 24 de Marzo es un
espejo, tratemos de impedir caer en la tentación de mirarnos, contemplarnos,
admirarnos, elogiarnos por lo increíblemente militantes que somos. Por lo
maravillosamente combativos que nos mantenemos. Por nuestra inagotable
capacidad de estar a la izquierda de cualquier izquierda por más izquierda que
sea. Mirarnos siempre al ombligo es nuestro propio hecho maldito. Ombliguismo militante. Siempre
reaccionario, más allá de la oratoria inflamada que lo acompañe.
Si tomamos el 24 de Marzo
como analizador, no solamente hay que repudiar a la dictadura genocida. También
a todo aquello que la posibilitó, la facilitó, la promovió y finalmente, la
consiguió. Imposible omitir la masacre de Ezeiza y la organización de la
represión institucional para -estatal conocida como Alianza Anticomunista Argentina.
Más conocida como Triple A.
Pero las siglas encubren.
La derecha peronista dedicó su plan de exterminio a la izquierda, socialista,
comunista, trotskista. Para que el trapo rojo no sea jamás izado en nuestras
tierras tan occidentales y tan cristianas. Lo mismo que opina la Corte Suprema
en un fallo abyecto sobre la extradición de Rolando Echarri, militante peruano.
El secretario de la Gremial de Abogados, el “negro”
Soares me lo contó en un encuentro en Rosario organizado por la Cátedra Popular
de Derechos en Clave Humana.
La dictadura genocida
también fue un efecto, además de ser como todo efecto, inicio de una nueva
serie de causas. Pero me sorprende la izquierda que apela a la memoria
histórica y olvida siempre cómo fue que llegamos a esto. Un botón que basta
para ejemplo. Recibo una convocatoria “Nos
sobran los motivos”, que seguramente tiene una fuerte adhesión de
organizaciones del campo popular. Una de las consignas para la marcha en unidad
del 24 de marzo es: Rechazamos el “Protocolo
contra la protesta social”. Si algo es rechazable, es ese protocolo. Pero
solamente una amnesia dolosa puede disociarlo de la ley antiterrorista o del
proyecto X o de la legitimación de las fuerzas armadas en el abrazo de Hebe y
Milani.
Pero claro: en aras de la unidad de eso no se habla. Pues bien:
para mí no hablar de eso es traicionar la memoria de aquellos que lucharon más,
mejor y antes que nosotros. Porque si el
que no cambia todo no cambia nada, como nos enseñó nuestro Armando, el que
no recuerda todo no recuerda nada. Y el todo no es un absoluto. El todo es un
relativo a nuestra posición de clase. A nuestra forma de entender la vida. A
nuestra manera de pensar la lucha.
Por eso no creo en la Unidad y a mí también me sobran los motivos. Creo en la Unión.
En diversidad. Donde la libertad y la lucha de los demás prolonguen mi libertad
y mi lucha hasta el infinito, parafraseando a Rosa Luxemburgo, la única rosa
con perfume revolucionario. El oportunismo de un 24 de Marzo antimacrista desde
la concepción política del kirchnerismo no será en mi nombre. Y estoy seguro
que tampoco será en el nombre de los revolucionarios por un mundo donde no haya
más espejos, ni espejitos de colores, y menos espejos que deforman la realidad.
Unión en diversidad. Una,
dos, tres, muchas marchas, muy cerca una de otra, respetando la distancia
ideológica y política, sumando, multiplicando, potenciando. Por eso es una
marcha. Y no es un desfile. Ese será mi 24 de Marzo. Ya lo dije: a mí
también me sobran los motivos.
(II)
Por Alfredo Grande
(APe).- Si la poesía es un arma cargada de futuro,
como enseñara el poeta, las palabras son municiones. Balas de belleza, de
verdad, de historias rebeladas. Cuando pensamos en lucha armada, siempre la
referencia es a las armas de destrucción masiva o no masiva. Porque no podemos
dejar de pensar con las categorías que la cultura represora inventó para que
pensemos. Pero afrontar la batalla cultural en estos tiempos es la decisión
individual, grupal y colectiva de pasar de todas las formas de la queja a todas
las formas del combate.
Lenin enseñó: “todos los medios, incluso los legales”.
O sea: la ilegalidad puede ser la única forma de sostener la legitimidad. A
diferencia de la legislación laboral, la lucha de clases no admite la “conciliación obligatoria”. No la
admite, pero la política versión represora impone la conciliación de clases. O
sea: la expresión laboral de esa lucha debe ser conciliada. Mito burgués de la
unidad indisoluble entre capital y trabajo.
Todas las derechas todas
abrevan sobre este mito. Dicen que dicen que el capital es trabajo acumulado.
Cuando en realidad capital es trabajo expropiado. Por eso como decían los
anarquistas “la propiedad privada es un
robo”. Primario, primordial. Lo que podríamos llamar el saqueo y el
exterminio fundante. Cuyo corolario es la máxima de uno de nuestros filósofos
más reconocidos: “nadie hace la plata
trabajando”.
La democracia que supimos
conseguir no ha recuperado la dignidad del trabajo. No hay dignidad en la
tercerización. No hay dignidad en las plantas transitorias. No hay dignidad en
la triangulación con universidades. No hay dignidad en los contratos basura que
acumulan basura durante años. La indignidad de aquello que permite la
subjetivación humana es el arma más contundente de todas las formas de la
cultura represora.
El sujeto aislado vuelve a
ser un individuo. Pero no cualquier individuo. Es temeroso. Es cobarde. Es
triste. Es egoísta. Es perseguido. Es bobo. Es solo. El sálvese quien pueda queda opacada porque el deseo está anestesiado
aún para salvarse. Todos y todas lo miramos por TV. Del pan y circo solo ha
quedado el circo para olvidar que ya no queda pan. Estamos desocupados,
desterrados, desmemoriados, desvitalizados, desechables. El pueblo se ha unido
tan solo para ser vencido. Los buenos no son mejores que los malos. El capital
no tiene bandera. La corrupción, o sea, el robo calificado agravado por el
vínculo, en concurso real, tampoco tiene bandera, y mucho menos partidaria.
Tiene objetivos.
Tiene enriquecimiento
ilícito acompañado por empobrecimiento lícito.
“Unos 7,6 billones de dólares están en paraísos fiscales. Las
62 personas más ricas poseen tanto como las 3.500 millones de personas que
constituyen la mitad población, porque su fortuna ha crecido cada vez más y los
pobres se han vuelto más pobres, según un informe de Oxfam, una organización
sin fines de lucro que realiza labores humanitarias en el mundo. La riqueza de
los 62 mayores millonarios ha crecido un 44 por ciento desde 2010, mientras que
la de los 3.500 millones más pobres ha caído un 41 por ciento, dijo Oxfam en un
reporte publicado antes de la reunión anual del Foro Económico Mundial en
Davos, en Suiza”.
Imposible distribuir la
riqueza, porque nadie distribuye lo que poco le ha costado acumular. Además,
como dicen algunos, siempre habrá pobres entre ustedes o sea siempre habrá
ricos entre ellos. El aumento de los activos financieros de los funcionarios de
primer y segundo nivel es la desmentida más absoluta de lo que se denomina “república” para su clonaje final en una
“reprivada”. Repúblicas cerradas como
los countries. Paraísos fiscales y
fecales, donde el estiércol del saqueo planificado tiene su lugar en el
hediondo mundo de los dueños del planeta. Expropiar la lucha de los 30,000 y más
que fueron masacrados por haber luchado contra todas las formas de capitalismo,
para organizar un desfile que chille un antimacrismo ahistórico, es una
maniobra canalla. Repudian los efectos, pero no analizan las causas.
Repudian al dengue, pero
no les importa resolver el tema del agua potable.
Stella Artois dona 5 años
de agua potable a una mujer por cada copa de colección que sea adquirida por un
bebedor compulsivo de cerveza, aunque no sea irlandés.
Entonces la corrupción más
brutal es la histórica, la cultural, la política. Que se roben los millones de
dólares que supieron contar y pensar, pero luchemos para que no roben también
nuestra memoria de clase. Luchas libertarias, anarquistas, socialistas,
comunistas, que alumbraron durante más de un siglo los deseos de una libertad
revolucionaria. Porque también hay libertades reaccionarias
A 100 años de la
revolución bolchevique, que los Judas no sigan escribiendo la historia de
Jesús. Hemos sido tolerantes con muchas formas de barbarie. Incluso barbaries
democráticas. Nuestro amor por Rosa Luxemburgo no nos permite equivocarnos más.
Odiar al capitalismo. Amar
al socialismo. Y marchar para conseguirlo. Y si de marchas se trata, recordemos
a Olga Aredez, que marchó sola. Murió el 17 de marzo de 2005 de bagazoosis, la
enfermedad que los Blaquier inoculaban con los residuos tóxicos del Ingenio
Ledesma. En el año 2004, Olga Arédez fue entrevistada por Marcelo Pascuccio, en
una vieja Palangana. La excusa era la presentación del documental “Sol de Noche”, de Pablo Milstein y
Norberto Ludin, producida por Eduardo Aliverti, en donde se denuncia el poder
infame de Ledesma. Invitado por Aliverti estuve en ese estreno. Recuerdo el
mail que le mandé a Eduardo: “gracias a
este film, Olga no marchará sola. Nunca más”.
Los tiempos pasan, las
invitaciones quedan. También podemos sostener la dignidad de marchar solos.
Bien acompañados por nuestras convicciones, nuestra ideología, nuestros amores.
Me oprime la cabeza una novela que todavía no puedo empezar a escribir. “Memoria de Tres Exilios”. La madre de
mi hijo mayor, mi hijo mayor y yo, vivimos tres formas de exilio. Los tres
estamos para contarlo, pero yo todavía no estoy para escribirlo. Por eso marcho
el 24 con aquellos que saben que la lucha continúa. Que la lucha verdadera
empezó hace siglos y nunca terminará. Es una lucha permanente contra todas las
formas de la cultura represora, para salir de la queja y entrar en combate. Con
la pluma, con la risa y con la palabra. Estoy seguro que Benedetti permitirá
que adecue su bello texto como un arma poderosa cargada de futuro y de
presente.
Si nos quedamos sin nuestro horizonte
dejamos de mirar a nuestro cielo
Si perdimos el recuerdo de tanta ausencia
nuestro despertar fue un desencuentro
Usted... preguntará por qué marchamos…
Marchamos construyendo nuevos surcos
Queremos combatir por otra vida
Y porque podemos y queremos
que la revolución no sea ceniza…
Marchamos con amor de nuestros niños
presente y futuro de nuestro pueblo
Marchamos porque los sobrevivientes
Y nuestros muertos quieren que marchemos…
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