por Mumia Abu-Jamal*
©’16maj
Traducción Amig@s de
Mumia, México
Audio grabado por Noelle
Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por
Fatirah Litestar01@aol.com
24 de marzo de 2016
Centro de Medios Libres
30 marzo, 2016
Para la juventud de hoy, el nombre John Ehrlichman no les
resulta familiar.
Pero para las personas que
vivieron en los años 60, es famoso o notorio. Él era un ex miembro de alto
rango del personal de la Casa Blanca, un colaborador cercano al ex presidente
Richard M. Nixon, y uno de los llamados “plomeros”
de la Casa Blanca, un equipo de investigadores especiales que tenían un papel
central en el infame escándalo
Watergate.
Hace alrededor de 22 años,
Ehrlichman reveló secretos a la revista Harper’s, para un reportaje en que
varios oficiales hablaron abierta y francamente sobre las intrigas políticas
tras la llamada “Guerra contra las
drogas” lanzada por el gobierno de Nixon en el calor de la Guerra en
Vietnam.
Según Ehrlichman, la “guerra contra las drogas” se inició
como un “instrumento político” para
atacar a dos comunidades radicales: los negros y los jipis anti-guerra (la juventud de aquellos tiempos). Era una manera política de golpear a los dos
grupos sin aparentar hacerlo. Y funcionó. Estupendamente. La “guerra” permitió a los policías,
armados con una ley corrupta, a tirar a patadas las puertas, conducir redadas
en departamentos y encerrar a la gente –todo en nombre de “salvarlos del flagelo de las drogas”.
Herr Ehrlichman confesó a
Harper’s: “¿Sabíamos que estábamos
mintiendo sobre las drogas? Claro que sí”.
Ahora, décadas después de
que la prensa, los tribunales, y los
intelectuales de la nación se sumaron a esa campaña indigna y corrupta, la
verdad sale a la luz. No se trató de las drogas. Nunca lo hizo. Se trató de la
política.
Dijo Mao: “La política es guerra sin derramamiento de sangre”.
Y sus palabras parecen ser muy ciertas hoy en día. Porque esa maldita “guerra contra las drogas” –en realidad
una guerra contra los pobres, los negros, los radicales y los jipis– ha devastado comunidades enteras,
creado el leviatán del sistema carcelario más grande del mundo, y echado un
sinnúmero de almas a hoyos infestados con odio y al inframundo de prisión, libertad vigilada y muerte.
Esta guerra, que todavía
se hace en las ciudades y comunidades de la nación, era un truco fraguado por
el difunto ‘Tramposo Dick’ Nixon, y
adoptado por los gobiernos estatales y poderes policiacos para destrozar las
comunidades habitadas por gente de piel oscura –gente indispuesta a votar para
el partido Republicano, por cierto– con
el respaldo de una ley injusta e intrusa.
Y ésa, según Ehrlichman,
era su intención: “causar estragos en las
comunidades” –las comunidades de resistencia contra el Estado.
La guerra contra las
drogas estaba perdida antes de que se empezara, porque se basó en una mentira.
Desde la nación
encarcelada soy Mumia Abu-Jamal
*El 24 de abril, Mumia
Abu-Jamal cumple 62 años. Les invitamos a solidarizarse con las movilizaciones
que se harán en Filadelfia a partir del 22 de abril, para exigir vida y salud
para Mumia, y especialmente el tratamiento para la Hepatitis C que representa
una grave amenaza a su vida. Súmate a nuestro acto afuera de la embajada de Estados
Unidos en México, el viernes 22 de abril, a las 12 del día. Para más
información, vean:
Comentarios