"EL FIN
DEL BLOQUEO Y LA DEVOLUCIÓN DE GUANTÁNAMO SON IMPRESCINDIBLES"
Por: El Comercio.es
Internacionales
Martes, 12/04/2016
Abril 12 de 2016.- (San Antonio de los Baños, 1946), el gran
trovador cubano, el cantor de la Revolución, tiene un blog en el que desea: «Quiero el hacha de un brujo / para echarla
en mi zurrón». Y justo le pillamos saliendo de Bilbao por la autovía del
Cantábrico rumbo a Asturias «leyendo un
libro sobre brujerías» e inmerso en una gira que este domingo trae a Gijón
(20 horas, Palacio de Deportes) a este chamán de los sentimientos vueltos
canción y magia.
Dice que las entrevistas
son como una sesión de espiritismo. ¿Cómo se siente en esta?
-Pues un poco oscilante
por los vaivenes de la autovía, pero con las antenas listas.
Le damos entonces la
bienvenida a Gijón. ¿Cómo será este concierto?
-Llevamos un espectáculo
sonoro muy bien equilibrado entre lo nuevo y lo viejo, con una variedad
tímbrica inédita. Y es que andamos con dos grupos musicales: un trío de trova y
maderas, y un cuarteto de jazz, incluso con vibráfono.
¿Tiene alguna conexión
especial con Asturias?
-Cuando llegué a La Habana
con mi familia, en 1950, vivimos sobre el bar de un asturiano llamado Aurelio.
Un hombre muy decente y trabajador que tenía unas hijas preciosas. Nos
familiarizamos mucho con ellos. También recuerdo haber estado en Gijón y que
comimos junto al mar.
Viene de hacer una gira
por los barrios cubanos. ¿Qué ha aprendido de ella?
En septiembre cumpliremos
seis años de gira. Acabamos de anunciar el concierto número 74 para el 27 de
mayo próximo. He aprendido que, a veces, uno comienza algo pensando que
espiritualmente está dando y, de pronto, siente que recibe más de lo que da.
¿Hacia dónde transita
Silvio Rodríguez?
-En lo artístico, trato de
que lo que hago se parezca a lo que imagino. Eso es difícil y cuesta trabajo,
aunque los músicos amigos también ayudan. En lo personal, es parecido: trato de
parecerme a la persona que tengo en mente.
¿Piratea o lo piratean?
-En cierto sentido todos
pirateamos y somos pirateados, pero eso es normal, nadie nace sabiendo.
¿Cómo lleva el paso de los
años?
-Supongo que mejor que
como el paso de los años me lleva a mí.
¿Ha encontrado ya a su Unicornio
Azul?
-Acaban de dar la noticia
de que hace unos 30.000 años existían unicornios en Siberia. Acaso azules de
frío.
Nunca le han gustado los espejos porque «dicen que la muerte presume», pero, si de casualidad se mira, ¿qué
ve? ¿Está a gusto en su piel?
-Yo he sido una persona
con mucha suerte, en ese sentido no es una mala piel.
Asegura, eso sí, que no
pagaría por verse a sí mismo. ¿Qué concierto pagaría entonces por ver?
-Acabo de ver,
gratuitamente, a The Rolling Stones
en La Habana. Hubiera pagado por ver a The
Beatles.
Dice la Wikipedia que ha
escrito al menos 548 canciones. ¿Lleva la cuenta?
-No llevo cuenta, pero
creo que he escrito más.
¿Cuál le hubiera gustado
escribir? ¿O la mejor está siempre por llegar?
-Hay muchas canciones
maravillosas, y no lo digo pensando en las mías. Tampoco sé si la mejor, de las
mías, estará por llegar, aunque es una buena apuesta esperarlo.
¿Y cuál es su tema
preferido de entre todos las que ha escrito, si es que lo hay?
-Sinceramente, no lo sé.
Las canciones tienen poco espacio y hay cosas que no son fáciles de decir en
pocas palabras. Encontrar una idea compleja resuelta brevemente entusiasma.
Una vez me pasó
con la canción ‘Playa Girón’, cuando
dice: «Si alguien roba comida y después
da la vida, ¿qué hacer? ¿Hasta dónde debemos practicar las verdades? ¿Hasta
dónde sabemos?…».
¿A quién admira Silvio
Rodríguez artísticamente? ¿E ideológicamente? ¿Es mitómano? ¿Y creyente? Cuba
se ha revelado piadosa en la visita del Papa Francisco...
-Artística e
ideológicamente, admiro a José Martí. Tengo más afinidad con la desmitificación
que con los mitos. Creyente soy: creo en la capacidad para ser mejor del ser
humano. El Papa Francisco es un hombre piadoso y valiente, y eso despertó la
admiración de los cubanos.
¿La inspiración le suele
pillar trabajando o tomándose un mojito?
-La inspiración suele
esconder sus llaves, aunque Baudelaire fuera más optimista en ‘Los paraísos artificiales’.
Shakira ha versionado ‘La
Maza’. ¿A quién le gustaría escuchar cantando por usted?
-Ser cantado es el sueño
común de los que escribimos canciones. Siempre que ocurre es una sorpresa,
parte de la magia de ese tipo de suceso.
¿Por qué ha dedicado su
último trabajo a los ‘Amoríos’?
-Siempre quise hacer un
disco sólo con canciones de ese tipo de amor.
¿Se ha visto arrastrado
por el amor muchas veces? ¿Le han tratado bien las mujeres o tiene queja?
-Cuando digo que he sido
un hombre con suerte, quiero decir que he sido afortunado en varias
direcciones.
Su mujer es música. ¿Crean
juntos?
-Mi esposa es un gran
músico, concertista. Además, hace 18 años es profesora del Instituto Superior
de Música. Ayudarme le permitió adentrarse más en la música popular, lo que es
una experiencia nada desdeñable para un músico de formación académica. Empezó
tocando lo que yo u otros compañeros le escribíamos, pero actualmente
desarrolla sus propias ideas con total fluidez.
¿Se rodea de muchos amigos
o son escogidos?
-Tengo muchos amigos,
grandes amigos y amigos escogidos (y que a su vez me escogen). La amistad es
una de las fortunas mayores que podemos gozar en la vida.
¿Y muchos miedos? ¿A qué?
-Creo que mi miedo más
grande está un poco repartido porque, pensándolo ahora, me parece que mi miedo
mayor es que le suceda algo malo a alguien que quiero. Y es que quiero a mucha
gente.
A su compatriota Leonardo
Padura le gustaría ser Paul Auster para que no le preguntasen por el régimen
cubano.
-Yo estoy acostumbrado a
que me pregunten sobre Cuba, incluso más que sobre mi trabajo. Las cosas son
así.
¿Nunca pensó en abandonar
la isla?
-Sólo una vez me preocupó
que me empujaran fuera de Cuba. Me acababan de botar del trabajo y quien lo
hizo, como de paso, también me expulsó de la Revolución. Yo iba caminando hacia
mi casa y la preocupación me duró cosa de un kilómetro. Allí me di cuenta de
que nadie podía botarme de mi país.
¿Cómo asiste un cubano a
la crisis económica de Europa?
Vivimos realidades muy
diferentes. Ustedes tienen un ideal llamado Europa, la integración de varias naciones
con fronteras, leyes y hasta moneda común. Nosotros somos una isla, en más de
un sentido. El cuestionamiento externo de nuestra legitimidad nos ha presionado
a aferrarnos a cierto nacionalismo. Pero no es tan simple, porque paralelamente
hemos sido una nación internacionalista.
Los refugiados han puesto
en jaque a la UE.
-Creo que la solidaridad
con los refugiados debiera ser proporcional a la responsabilidad de cada país
con la guerra y la migración forzada.
Visto lo visto, ¿ha
perdido la fe en la (R)evolución? ¿Cómo ve a la Cuba actual?
-No hablé de quitar la ‘R’ porque no creyera en la Revolución.
La Revolución fue una etapa, consecuencia de un gobierno anterior corrompido y
entreguista, y también consecuencia de las presiones de un vecino muy poderoso
e impertinente. Las revoluciones se dan en condiciones excepcionales, pero la
evolución debe ser constante. Yo dije que nos había llegado la hora de evolucionar, desde los logros sociales
alcanzados. Fue en un momento de inmovilismo y creo que después empezamos a evolucionar, antes de las conversaciones
con estados Unidos. Espero que ese diálogo nos sea propicio.
¿Su proyecto social
seguirá con vida tras los Castro?
-Espero que Cuba jamás
pierda toda su dignidad conquistada.
Ha llegado el fin del
deshielo con EE UU. ¿Su análisis?
-Muy necesario. Era un
absurdo de más de medio siglo, aunque nos faltan al menos un par de cosillas
para que llegue a justiciero. A mi modo de ver, el fin total del bloqueo y la
devolución del territorio que nos tienen ocupado en Guantánamo son
imprescindibles.
¿Teme a sus efectos
colaterales?
-No pueden ser más
riesgosos que vivir.
Hay quien dice que puede
producirse una ‘americanización’ que vuelva a la isla irreconocible. ¿Veremos a
los paladares sustituidos por Mc Donald’s?
-Cuba va a seguir haciendo
rumba, sones y trova. Lo que espero que no nos inoculen es el arrobamiento por
lo inútil, un excesivo encanto por el dinero.
¿Raúl es más de lo mismo?
-Raúl es una persona que
desde la adolescencia se está jugando la vida y la historia por su país.
¿Hacia dónde va América
Latina tras la muerte de Chávez? ¿Confía en que surjan más líderes como Mujica?
-Siempre estamos
aprendiendo, que es un efecto de la sucesión de generaciones. Por eso cuando
estamos bien inspirados damos dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. Muy
lamentable la pérdida de Chávez. Admiro profundamente al sabio de Pepe.
¿El mundo necesita una
‘Canción urgente’?
-El mundo poco a poco se
acerca a lo que quiere y puede ser. La canción del mundo somos todos.
¿Son los peores tiempos
posibles para la lírica?
-Mientras peores son los
tiempos mejor suena la lira.
¿Ha hecho ‘Testamento’?
-Todavía no.
¿Y pensado un epitafio?
-No he pensado en eso,
pero me gusta el que dejó para sí mismo John Keats: «Aquí yace uno que escribió su nombre en el agua».
¿Qué nos espera ‘Al final
de este viaje’?
-«Otro buen camino que seguir descalzos, contando la arena…».
Complete la frase ‘Ojalá
que...’.
-...no tenga que responder
ni una entrevista más… Pero ya sé que estoy maldito.
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