La Voz del Anáhuac
Colectivo Azcapotzalco,
adherente a la 6ª Declaración de la Selva
Lacandona
Agosto de 2016
Somos un colectivo formado por mujeres y hombres, estudiantes
y trabajadores que a través de los años le hemos dado vida a este colectivo,
nos hemos sumado por circunstancias y en tiempos diferentes, en espacios diversos
y no siempre con las mismas tareas; algun@s de nosotr@s nos sumamos por una
pequeña demanda, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que much@s tienen
la misma demanda que nosotr@s, que también hay otras demandas de gente que son
como nosotr@s y entonces nos damos cuenta de que no estamos sol@s aunque sí un
poco dispers@s, entonces vemos que hay
que juntarnos y hacer nuestra la demanda del otr@. Y entonces nos damos cuenta
de que ya no sólo luchamos por recuperar el empleo sino que también estamos
luchando porque no cierren el hospital, porque liberen a los presos políticos
del país, porque mejoren los salarios, porque no se privatice la educación,
porque …
Entonces nos damos cuenta
de que el mundo es más grande y más antiguo. L@s que estamos en este colectivo
sabemos que estamos situad@s en una lucha permanente, la lucha de clases, los
de arriba y los de abajo. Nosotr@s, l@s de este colectivo, con el tiempo y no
sin errores, nos reconocemos entre l@s de abajo, entre quienes tratan de
defender lo que aún queda y, no sin razón, también somos de l@s que queremos
que todo cambie. Sabemos que el camino de la lucha se remonta varios siglos
atrás y se proyecta muchos años adelante, sin embargo nos alienta saber que ese
camino no lo recorreremos sol@s, porque en otras partes también hay quienes se
están organizando, como nosotros, en grupos, organizaciones, colectivos o de
manera individual, formando parte de este proyecto que se llama Sexta
Declaración de la Selva Lacandona.
¿Por qué somos zapatistas?
Si bien es cierto que el Colectivo nace una segunda semana de
enero de 1996, a partir de una propuesta
zapatista, a saber, la Cuarta Declaración de la Selva Lacandona, a lo largo de
estos años vemos que es el zapatismo la propuesta política revolucionaria más
radical, por lo menos en este continente. En 1996 nos sumamos al FZLN, en 2005 a la Otra Campaña, en 2012 a la Sexta.
Heredero de la vieja izquierda comunista (recordemos a las
FLN), el EZLN constituyó un parteaguas histórico en la concepción teórica y
práctica de los movimiento sociales; la irrupción armada de un grupo de indígenas
vino a echar por la borda la teoría del fin de la historia, los comentarios de
que ya no era época de revoluciones y cuestionó, no sólo al neoliberalismo sino
al sistema de producción y reproducción capitalista que ya se había
autoproclamado ganador después de la caída del socialismo ruso.
El zapatismo y su proyecto
autonómico representan una propuesta política que amplía al sujeto
revolucionario, no se refiere sólo al proletariado: sino a indígenas,
campesinos, obreros, desempleados, estudiantes, mujeres, ecologistas,
profesores, artesanos, profesionistas, comerciantes, artistas populares, bisexuales, transexuales, transgénero,
trabajadoras sexuales, etc. Constituyendo así un punto de convergencia entre
tod@s l@s que luchan contra alguna forma de dominación en cualquiera de sus ámbitos.
Representa también el
zapatismo, debido a la heterogeneidad de sus convocados, un ejercicio de
síntesis de prácticas rebeldes que han convergido en este país: la resistencia
indígena, las luchas contra los megaproyectos –minería a cielo abierto, presas,
parques eólicos-, contra el despojo, contra la destrucción de la naturaleza, en
suma: por la vida, contra la muerte. Y de los pensamientos revolucionarios: el
anarquismo, el sindicalismo, el socialismo, el comunismo, con todas sus
variantes, incluyendo las religiosas, en las cuales basa su riqueza de
posibilidades, aunque al mismo tiempo, representa sus puntos de flaqueza.
Como práctica
revolucionaria el zapatismo ha cambiado la realidad de aquí y ahora, a partir
de la construcción de municipios autónomos, no esperando a que todo cambie a
partir de un momento revolucionario, que sin descartarlo, “lo camina” antes que esperarlo.
Hacer en el momento lo que
se dice es lo que a muchxs de nosotrxs jóvenes nos enamoró de este movimiento,
con el cual crecimos y nos educamos políticamente; con el cual identificamos
nuestra rebeldía innata y por el cual un dirigente, un comité central, un buró
político nos parecen tan anacrónicos como inservibles.
Para lxs compañerxs que
tuvieron militancias anteriores a la zapatista, lo hemos platicado, verse
reflejados en el espejo zapatista no fue difícil, porque más allá de cualquier
dogmatismo ideológico, antes que levantar cualquier bandera había levantado la
causa de los despojados, explotados, reprimidos y despreciados, y estos no sólo
habrían de ser obreros.
Y confluyeron en la
convocatoria zapatista, la experiencia de algunxs, la inexperiencia de otrxs,
la falta de obediencia de todxs y el amor por este mundo. Abrazamos la causa
zapatista porque es la causa de la libertad, de la igualdad, de la justicia, de
la vida.
Como colectivo
practicamos, a manera de principios:
Autogestión, como la creación de condiciones materiales,
libertad en todos sus aspectos, lo que implica reducir los márgenes de
autoridad que algún externo pueda ejercer sobre el colectivo, o alguno de los
miembros al interior de éste.
Solidaridad, como el concurso de cada uno al bien de todos y
de todos al bien de cada uno. Por lo tanto acompañamos las luchas de abajo que
son independientes del poder en sus tres niveles y de todos los partidos
políticos, sin pretender dirigir, aportando lo que podemos.
Respeto, no imponer ni dejarse
imponer, al interior como al exterior; privilegiar siempre el libre acuerdo.
Actividades
Acompañamos las luchas de abajo que son independientes del
poder en sus tres niveles y de todos los partidos políticos. Repudiamos la
utilización clientelar y electorera que los partidos políticos pretenden
imponer a los movimientos sociales, montándose oportunistamente en ellos. La
intromisión de los partidos en las luchas sociales trae siempre consecuencias
nefastas.
Nuestro colectivo tiene el
anhelo de despertar conciencia política en la gente para que se reconozca abajo
y a la izquierda, para que tenga una visión general de los problemas causados
por la globalización y no se queden lamentándose por su problema individual
como la pérdida del empleo o la precariedad de su situación económica.
Desafortunadamente, el
impacto no es tan grande como quisiéramos
Las tareas cotidianas nos absorben de tal manera que queda poco tiempo
para innovar e intentar nuevas estrategias de lucha y de difusión de nuestra
información. Poco tiempo también para nuestra auto-formación política, el
estudio tan necesario para fortalecer nuestro propio conocimiento teórico.
Nuestros aliados, otros
colectivos, aparentemente se encuentran en la misma situación. Los encontramos
desbordados. Siempre respondiendo a las urgencias y con poco tiempo para acercamientos
o trabajos en equipo.
Esta problemática es real,
y aunque no nos desanima porque sabemos que nuestra lucha es permanente, si
quisiéramos tener alternativas para mejorar nuestro impacto y poder observar un
cambio más tangible en nuestra sociedad al menos en nuestro pequeño entorno en
donde nos movemos.
Publicamos La
Voz del Anáhuac desde agosto de 1995 como parte de los diversos
esfuerzos por crear medios libres, alternativos, críticos. Con la idea de
potenciar la difusión de la palabra de abajo. Igualmente, desde 2010 estamos
presentes en las redes sociales: blog, facebook y twitter.
Este boletín informativo
se sostiene de la cooperación económica solidaria de quienes lo reciben de manos de lxs
integrantes de este espacio; la distribución pasa por facultades, CCHs,
preparatorias, marchas, tokines, cafés, eventos culturales, etc.
Realizamos actividades
públicas sin pedir permiso a nadie, que consisten en jornadas culturales de
contenido político en algunos parques de Azcapotzalco, donde participan
artistas solidarios (teatro, música, danza, poesía, etc.). Esto no sólo con la
finalidad de informar sobre asuntos relacionados con la comunidad o cuestiones nacionales
o internacionales, creamos un espacio de encuentro y discusión con la gente de
abajo, a la par que utilizamos los espacios públicos que pretenden hacerse para
uso exclusivo del GDF o de empresarios.
Algunas otras actividades
que realizamos son: asesoría jurídica, serigrafía y apoyo técnico dentro de
comunidades que se ven afectadas por megaproyectos mineros o de otra índole.
También como parte de las
actividades primordiales de este espacio tenemos un taller de formación y
discusión política que nos ha servido para conocer la historia, discutir
posturas ideológicas, analizar momentos específicos de la realidad y tratar de
visualizar un futuro mejor que el que ahora vivimos. Nuestro método de
aprendizaje es caminar, preguntar, mirar, escuchar, leer, discutir,
experimentar, rectificar. Nuestra escuela es la vida, no el aula ni la cátedra.
Este mes de este año, este colectivo cumple ya 21 años de existir, de
caminar, de ser abajo y a la izquierda, hermano, compañero, amigo, camarada de
todas y todos los que luchan de manera sincera contra el sistema de
explotación, despojo, represión y desprecio que nos ha impuesto el Estado
capitalista. No nos rendimos, no nos vendemos, no nos cansamos. Seguiremos este
difícil camino superando dificultades, resistiendo el hostigamiento de quienes pretenden
callarnos. Agradecemos la solidaridad de todas y todos.
Colectivo Azcapotzalco adherente a la 6ª Declaración de la Selva Lacandona.
Correo:
Visita
nuestro “blog”:
Síguenos
en las redes sociales:
Comentarios