Amanda y Carol (Uruguay).
Fuente:
Red Latina sin fronteras
Publicado: 22 de julio de
2016
Desde
Chiapas: El futuro está aquí, en las barricadas.
Estamos en Chipas desde ayer, después de viajar casi un día
entero nos metimos directo en un torbellino de intensidad que vuelve a nuestros
cuerpos inquietos y ansiosos por contar lo vivido, la emoción es mucha, y las
palabras apenas alcanzan para contar lo que vivimos en apenas unas horas.
Llegamos al mediodía a Tuxla Gutiérrez, hay cerca de 40 grados. Apenas al
salir, carteles publicitarios inmensos bordean la ruta de salida del
aeropuerto, son duros y bombardean, se presentan como la contrainformación, la
otra cara de la moneda: “Lo que (los
profesores en lucha) no te contaron de la
reforma educativa”.
Al costado del camino
pintadas de los trabajadores agrícolas apoyando la lucha magisterial, más allá,
otro cartel dice: abandonar la rabia para ser felices. Nos preguntamos si hay
felicidad sin rabia.
En San Cristóbal las
pintadas de apoyo se mezclan con los carteles elaborados de los comerciantes, basta de bloqueos, etc.
Cerca de las 18 horas
llegamos al corte de la ruta Tuxla – San Cristóbal.
¡Viva la lucha de los maestros chiapanecos!
¡Fue el estado!
¡Peña asesino!
¡Chiapas en pie de lucha!
Son algunas de las
consignas pintadas al borde de la carretera que leemos mientras nos acercamos
al campamento. A unos metros del corte de ruta gomas quemadas y latas desde las
que aún sale humo nos indican el camino.
La carretera cortada es la
autopista que une Tuxla, sede del gobierno del estado de Chiapas con San Cristóbal
de las Casas, centro turístico y colonial de Chiapas.
El bloqueo lleva más de 20
días y los maestros y maestras no están solos, el pueblo acompaña y apoya en
diferentes formas, desde comida, café, agua, hasta unas latas de aerosol para graffitear los camiones que pasan.
Luego de pasar el primer
bloqueo les contamos quiénes somos y de dónde venimos y nos envían a hablar con
las compañeras en la mesa central del campamento.
Allí, son todas mujeres.
Ella tiene el micrófono y
nos saluda, viva la lucha de los maestros
chiapanecos dice, nos agradece el apoyo y haber ido hasta ahí, se emociona,
dice que se le eriza la piel, cantan: “si se ve, si se ve, ese apoyo si se ve”.
Se sorprenden que en el
sur del mundo se sepa de su lucha, se sorprenden de que para nosotras, su forma
de resistir sea un ejemplo y un llamado.
Casi enseguida, salimos de
su foco de atención para hacer un llamado por el micrófono convocando a
compañerxs solidarios que empiecen a graffitear
los camiones que dejan pasar para ordeñarlos
y hacerlos circular con consignas de la lucha magisterial y popular.
La nafta ordeñada se
acumula en bidones en una de sus carpas y por la noche sirve para prender fuego
a las llantas que mantienen el bloqueo y el calor de los acampantes.
Empezamos a conversar,
somos 6 o 7 mujeres en ronda de distintas generaciones, la solidaridad y la
escucha se siembra enseguida, nos hablan de su resistencia, nos hablan de que
su lucha ya no es suya, de las maestras, sino que es una lucha del pueblo, nos
hablan de la certeza de que este camino apenas inicia, de que seguirán de pie. Nos
hablan de que quieren hacer un mundo donde quepan otros mundos, nos hablan de
un pueblo que comienza a despertar, en el norte y en sur, en el este y en el
oeste.
Nuestra gente, la misma
gente que es igual que nosotros, ¿Es gente de abajo, esa protesta, esa
rebeldía, de donde sale? esa fuerza que tenemos, sale del mismo poder que nos
da el hecho de luchar contra que no nos aplasten. Que nos ha hecho ponernos de
pie para que no nos aplasten.
No tenemos otra
alternativa.
No queda de otra.
Una de ellas, la profe más
punk de la barricada, la graffitera,
profe jubilada, cabello gris y cuerpo fuerte, grande, imponente. Más de 35 años
dando clase, mira a los ojos a la mujer del micrófono y nos dice: yo a esta
mujer la admiro, cuando nos estaban desalojando de aquí, me llamó la atención,
era la única que tomaba las bombas de gas, las agarraba y las lanzaba lejos…
Y entonces las que cuando
vamos en las marchas los compañeros se van a las orillas y nos dicen que las
mujeres vayamos al centro.
Luego cuando la represión
comienza, cuando está el enfrentamiento dicen “las mujeres atrás” ¡PUES NO! Las mujeres andamos
adelante.
Uno de ellos me dice: profitaaaa, váyase pa’ atrás, nos va a
estorbar… ¡Pues no!, por lo menos pa’
que se caiga algún policía.
Pero es eso, la decisión
de las mujeres en la lucha porque pensamos en el futuro.
¿Que creen esos misóginos?
¿Que no podemos?
¡No queda de otra, o le entramos o le entramos!
No queda de otra, la
revolución debe ser del mundo, ¡mundial!
No queda de otra, nos
están agarrando por separado, pero es lo mismo que nos están haciendo a todos.
Se ha dicho que los viejos somos un gasto inútil para el país.
Esa es la decisión que
tenemos, no vamos a dar un paso atrás, estamos conscientes de que esto es una
guerra, y que no vamos a dar un paso atrás, desde el 2013, esta lucha sigue.
En Oaxaca la mayoría de
los heridos y muertos no eran maestros, eran del pueblo.
Militares disfrazados de
policía federal.
Estamos bajo el gobierno
más inútil de los últimos tiempos, con sus asesinatos impunes lo único que hizo
fue unirnos, el pueblo está tomando en sus manos la lucha y no vamos por la
abrogación de una de las reformas, vamos por todas.
Y ¡cuando el pueblo se
levante por pan libertad y tierra van a temblar los poderosos!
¡Aquí estamos las
rechinando de viejas, las término medio, todas las generaciones!
Socorro, la artesana del
bordado: ¡Si no luchamos… tenemos que
luchar nosotras, que no queden inútiles!
Ellos no tenían dinero y
muchos indígenas se quedaron sin estudio.
Queremos que vayan a la escuela.
Yo no pude, mis padres no me dejaron por ser mujer.
A mi pareja, lo llevaron a la cárcel por no entender lo que le
dijeron.
Por no saber leer.
Por no entender de qué lo culpabilizaron.
Lleva 12 años recluido y sentenciado a 51 años.
Tanta ignorancia tenemos, hay que darle el ánimo a nuestros
hijos, no es posible que el gobierno los oprima en su libertad.
Soy una pobre artesana y tengo 5 hijos que por falta de
recursos no llegaron a la secundaria.
El gobierno no valora a
los niños oprimidos en sus libertades en cada comunidad.
Otra maestra que está ahí
con su hija adolescente contesta a la pregunta de su compañera sobre qué es lo
que piensa y siente: Lo que acabo de
escuchar me puso la piel de chinita.
Soy maestra y no me queda
de otra que estar aquí con ustedes.
Este es el mejor
compartimiento de la vida y partimiento de la historia.
Hacer un mundo en donde
quepa este mundo.
Cuando el ultimo camión
interceptado termina de pasar nos piden que saludemos por el altavoz a todo el
campamento, cualquier señal de solidaridad, aunque sea la de dos mujeres que
vienen del otro lado de América es para ellxs importante, nos escuchan, nos
agradecen. Nosotras les agradecemos a ellas.
Todo el tiempo pensábamos
y contábamos de nuestra experiencia, del conflicto por el presupuesto el año
pasado, de lo importante que fue para nosotras, descubrir que lo que pasaba
entre los cuerpos en la resistencia era quizá tan importante que el motivo de
la lucha. Que luchando estamos haciendo otro mundo posible, otra forma de ser
juntos, otra forma de vincularnos.
Hay alegría en ese
campamento, hay risas y voces que cantan e interrumpen los comunicados, hay
bromas y chistes, si no hay spray para el graffiti les escribimos con lápiz de
labios pues, dicen entre risas.
Sí, se puede ser alegres
con rabia, sí, se puede transformar la rabia en digna y alegre resistencia.
Cerca de las 20 horas, ya
caída la noche y el frío nos vamos despidiendo. Nos saludan con un hasta luego
en Tzeltal, “pajeltó”.
Mientras nos alejamos
caminando en la oscuridad comienzan a sonar unos versos en el altavoz…: “pobre de México, tan lejos de Dios y tan
cerca de los EEUU”.
Comentarios