Ante la mala educación de la reforma educativa: la Resistencia de la CNTE, la Educación Autónoma Zapatista)
Ante la mala
educación de la reforma educativa: la Resistencia de la CNTE, la Educación Autónoma
Zapatista)
Por Eugenia Gutiérrez,
Fuente: Colectivo Radio
Zapatista.
México, agosto de 2016.
“Omnes omnia omnino”, propuso Juan Amós
Comenio. Hace ya cuatro siglos que el profesor checo redactó su Didáctica Magna, abrió las escuelas a
niñas y niños por igual y les diseñó una guía educativa divertidamente
ilustrada para incentivar su sed de conocimiento, bajo el lema en latín de “todo, para todas y todos, totalmente”.
Hace doscientos años que el maestro francés Joseph Jacotot aplicó el método de
la emancipación intelectual que nos iguala. Hace más de cien años que la
profesora italiana María Montessori, en medio de dos guerras mundiales, se
percató de la importancia de crear espacios de estudio para la infancia,
entendidos y construidos como casas de libertad y confianza. Pero el gobierno
de México sigue reprobado en Historia, Ética, Lógica y Decencia. Siglos van y
siglos vienen sin que las niñas y los niños puedan ejercer plenamente su
derecho al conocimiento, pues hoy, más que nunca, los programas educativos se
encuentran atados a intereses mercantiles.
Se le llama “educación pública” mientras una nueva
moda rige las disposiciones educativas oficiales: la mercantilización del
conocimiento, con una inevitable monetización de la infancia. Esta moda no sólo
desfila en México sino en pasarelas de muchas partes del mundo, desde que
decenas de países comenzaran a responder el cuestionario trianual que lanzara
la OCDE en 2000 (Informe PISA, por sus siglas en inglés, o Informe del Programa
Internacional para la Evaluación de Estudiantes). A la respuesta trianual de
cuestionarios OCDE siguió la obediencia fiel a sus propósitos, pues decenas de
naciones se alinearon a las instrucciones que dicta el texto titulado:
Estudiantes de bajo rendimiento. Por qué
se quedan atrás y cómo ayudarles a tener éxito (En línea). Se trata de un
estudio de 52 páginas, que la OCDE resume en una cómoda presentación en línea o
infographic de unas cuantas diapositivas, con dibujitos y letra grandota, para
quien no guste de leer mucho. Amablemente hicieron versiones económicas de 2 ó
3 páginas para cada país emprendedor, como la llamada Resumen México. La moderna presentación sintética comienza con una
aseveración que define el trasfondo del nuevo orden educativo mundial: “Si todos los alumnos de 15 años de los
países con rentas altas de la OCDE adquirieran habilidades básicas en lectura y
matemáticas para el año 2030, las ganancias a largo plazo para estas economías
podrían alcanzar unas 1,5 veces su PIB actual. En el caso de los países con
rentas medias-altas, las ganancias podrían alcanzar 7 veces su PIB”
(Estudiantes… p. 1, resaltado original, en línea).
Los cuestionarios
trianuales de la OCDE han venido acompañados por varios documentos. Por la
obediencia que se le debe, destaca un cuaderno de trabajo donde la OCDE
instruye paso a paso lo que tiene que hacer un docente para que su aprendiz
alcance el éxito, en lo que llama Habilidades
y competencias del siglo XXI para los aprendices del nuevo milenio en los países
de la OCDE (En línea). Las juventudes ocdeanas son calificadas en ese
instructivo como “la mano de obra”
que “ha de poseer un conjunto de
habilidades y competencias que se ajustan a la economía del conocimiento”
(HyC, p. 3). Al intentar definir las habilidades requeridas, el documento
señala que “este siglo demanda nuevas
habilidades que capaciten a los nuevos ciudadanos para realizar un trabajo
efectivo, tanto en el ámbito social como en su tiempo de ocio” (sic, para
lo del ocio efectivo) (HyC, p. 4). Al intentar definir las competencias, su
redacción que no alcanza el éxito no deja claro lo que el documento quiso
decir, aunque no falta una mención a quienes lo contradicen: “Desde otra perspectiva bien diferente también
se ha argumentado que, a pesar que el término competencia es muy valioso para
guiar cómo debería darse la docencia y el aprendizaje en el aula, ésta es una expresión
que proviene del mundo de los negocios y las empresas”. Y sin contradecir
estas críticas menciona que “la educación
economicista” tiene una meta “principal”, a saber: “preparar trabajadores para economías del conocimiento altamente
cualificado o en algunos casos, incluso, para empresas concretas” (HyC, p.
4).
Es ése instructivo el que
ha seguido al pie de la letra el gobierno mexicano para lanzar su Reforma
Educativa y redactar una Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria
(PCEO) 2016, que ahora somete a consulta exprés. El CIDE (sí, el Centro de
Investigación y Docencia Económicas, ése) recogerá opiniones. Todos estos
documentos de la OCDE relumbran en la bibliografía de la PCEO 2016, sin que se
pueda encontrar en ella un atisbo de análisis serios de escuelas normales,
universidades e institutos públicos. El modelo editorial de la propuesta
mexicana es tan similar al international
model de la OCDE que los podrían demandar por plagio y uso indebido del copyright.
Entusiasmado por la idea
de las “manitas de obra” bien
educadas, hace cuatro años el gobierno de Enrique Peña Nieto comenzó a hacer
muy bien su tarea. Ésta es parte de un proyecto escolar mayor de reformas
estructurales donde todo embona. Arropado por los partidos políticos en su Pacto por México, en 2012 reformó los
artículos 3 y 73 de la Constitución, en 2013 decretó la Ley General del Servicio Profesional Docente mientras echaba a
andar un flamante Instituto Nacional para
la Evaluación de la Educación. Pero en su afán por seguir al pie de la
letra el instructivo de la OCDE para no ser un low-performing student (o estudiante
de bajo rendimiento), descuidó algunos “detalles”,
como escuchar inquietudes de niñas, niños y jóvenes, respetar al magisterio,
imaginar siquiera una dignificación integral de las escuelas mexicanas o
anticipar que sus imposiciones mercantiles serían entendidas por millones de
personas como lo que son, un insulto.
En un país donde la mitad
de los alumnos son alumnas, la mitad de los maestros son maestras y donde los
procesos educativos recaen mayoritariamente en las madres, advierte desde su
portada la PCEO 2016 que ha optado por una narrativa masculina “con la finalidad de facilitar la lectura”.
A primera vista, cada página de la mala educación que pregona esta reforma
podría parecer una broma ridícula. Pero el problema es muy serio. Tanto la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como diversos
grupos de especialistas han subrayado los afanes de control homogeneizante que
se advierten en la propuesta. Incluso se ha hablado de planes privatizadores,
aunque en realidad la privatización no parece ser un objetivo en la propuesta.
¿Para qué privatizar en el ámbito nacional una empresa transnacional que, desde
el ámbito “público”, va a redituar
tanto? Que lo vean los economistas.
El plan de negocios es
transparente, atractivo, convincente… y lleno de trampas. En el PCEO 2016 se
pone énfasis en la importancia de las lenguas nacionales y las matemáticas, así
como en el inglés, aunque no se explica el verdadero por qué. Y hay que
chutarse “artículos” y conferencias
absurdas de grupos asesores de la OCDE para entenderlo. Bueno, en realidad una
conferencia y un artículo. Todos son iguales. Y se entienden desde el título.
En sus currículas, estos grupos asesores se ufanan de su experiencia como CEOs
de empresas que venden refrescos, comida chatarra, maquillajes y tintes para el
cabello. Luego entonces, apuntan, los futuros grupos de “reclutadores” y “reclutados”
eficientes requieren un manejo mínimo del lenguaje nacional para alcanzar dos
objetivos de vanguardia: dar órdenes claras cuando su destino sea el liderazgo
(el 1% que alcanza el éxito) o recibirlas correctamente (el 99% que fracasa),
entendiéndolas no como un fracaso sino como un reto, un desafío, una “ventana de oportunidad”. ¿Y el inglés?
A lo mejor para consultar exitosamente la bolsa de trabajo de egresados del
ITAM, el ITESM, la UIA, el CIDE y otros lugares exquisitos, donde se ofertan
empleos como portafolio manager, exams operations manager y teaching assistant, hasta con plazas de “investigación en historia transnacional”.
Después de todo, ¿para qué leer a Shelley, para qué andarle preguntando a la
Luna si está pálida de cansancio de tanto trepar el cielo, de tanto mirarnos
ella sola? Ese conocimiento no tiene “utilidad
social”. ¿Visitas a museos? Pues para cazar pokemones. ¿Y las matemáticas? Que respondan los banqueros,
corredores de bolsa e inversionistas. A final de cuentas, ¿para qué molestarse
en contar los anillos de Saturno, para qué arriesgarse a fracasar calculando el
peso y tamaño de sus heladas piedras cuando podemos contar con éxito los
anillos de Lady Gaga, saber el peso exacto de sus diamantes, conocer el precio
inútil de sus kilates?
Decenas de institutos han
publicado centenares de artículos sobre educación, donde recogen estudios
recientes y profundos de especialistas en Pedagogía, Sociología, Psicología y
otras disciplinas tan irrelevantes para la OCDE. Análisis hay. Y muchos. El
Colectivo de Profes en la Sexta está organizando discusiones y debates sobre el
tema con una mirada crítica, colectiva y pensante. En estos días arranca la
CNTE en la Ciudad de México una serie de foros para escuchar voces diversas.
Siguen faltando las niñas, los niños y los jóvenes, su mirada directa y
penetrante, sus preguntas sin respuesta. Pero propuestas hay. Y muchas. Ya se
verá cómo se organizan esas voces diversas desde nuestra soberanía.
En tanto esos esfuerzos
caminan, en las comunidades zapatistas de Chiapas se consolida una educación autónoma
que se rebela frente a los cánones de la pedagogía empresarial. Además de la “escuelita” acalambrante que organizaron
en 2014, mantienen desde hace años un proyecto educativo comunitario. Mientras
pasean por ahí para aprender más, una italiana, un francés y un checo sonríen
satisfechos ante la dimensión del reto. Las escuelas que ven son casas de
libertad y confianza que practican un novedoso método de emancipación
intelectual que nos iguala. El lema que las mueve, “para tod@s todo, nada para nosotr@s” no está en latín, pero se
parece mucho a aquella propuesta ancestral que planteaba “omnes omnia omnino”: todo el conocimiento, todo el saber, “todo, para todas y todos, totalmente”.
Mural
zapatista. Foto tomada de: sanmarcosaviles.wordpress.com
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