Fernando Buen Abad
Domínguez
América Latina en
movimiento
11/08/2016
¿Por qué la
ética no es noticia?
Cómo se las ingenia el
capitalismo para hacer invisibles los horrores que están a la vista
A pesar de que la Industria de la Guerra campea impúdica e
impune por todo el planeta, ninguna de las corrientes y definiciones “al uso” de la Ética ocupa las “primeras planas” de la prensa. Salvo
episodios de conveniencia comercial, para temas mayormente intrascendentes, la
Ética y sus comités son materia de olvido sistemático. Eso expresa con toda
claridad qué realmente le interesa a la ideología de la clase dominante enemiga
acérrima de la vida, del planeta, de la honestidad y de la verdad. Arte
paradojal de licuar valores sociales con silencio propagandista. Y lo pasan por
la tele.
Urge esclarecer los
innumerables problemas que la Industria de la Guerra que nos ha impuesto. Urge
la crítica sobre los valores belicistas y su violencia como praxis hegemónica
global. Y también urge un mundo en Paz y con Ética nueva como ciencia
indispensable para el análisis científico del conjunto de las relaciones
sociales, sus penurias, sus contradicciones y sus planes de salida del
Capitalismo. Ciencia Ética con rigor teórico, creatividad y búsqueda de nuevos
horizontes pero con fidelidad a lo mejor del espíritu de los clásicos, de la
Ética emancipadora que debe servir a la humanidad frente a las aberraciones
macabras de la Industria de la Guerra en “tiempo
real”.
Imagen
encontrada en: http://www.resumendelsur.com/2016/06/09/guerra-negocio/
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No vamos a enloquecer a
pesar de lo irracional de la “modernidad”
maquillada con desarrollo tecno-científico mercantil insaciable; anárquico,
inequitativo, anti-democrático, gobernado por la mediática monopólica, el
secuestro de la economía, la privatización y transnacionalización de los
monopolios productivos. El desempleo descarnado, la esclavitud y la humillación
de millones de personas sometidas a los caprichos del mercado, a las
aberraciones de la propiedad privada y a la acumulación del capital,
mundialmente.
La Ética hoy, que no es “noticia”, es una necesidad prioritaria
contra las matazones de un negocio apocalíptico. Vivimos una época urgida de
libertad, igualdad y fraternidad contra la irracionalidad del negocio de la
Guerra. La Ética no es “cabecera” de
los diarios como vía para la realización de un nuevo paradigma de relaciones
sociales. No es noticia la Ética dirigida a emancipar toda la vida intelectual
desde la esfera de las ciencias –también- para nutrirse con esperanzas y
credibilidad nueva producto de su propia praxis bajo el conjunto de condiciones
concretas que se desarrollan en el período histórico actual.
Es que el desafío de la
Ética contra la lógica del mercado bélico no es la negación de las relaciones
económicas sino su control socializado con justicia social y contra la versión
burguesa que no toma en cuenta el desarrollo armónico de las naciones ni le
importa la pobreza extrema que hoy existe por la explotación feroz y el
secuestro de la plusvalía cada día más cínico e impune. La Industria de la Guerra
(perogrulladas aparte) no conduce sino al colapso de la vida toda. Es una
industria que todo lo convierte en mercancía destructiva para derrotar,
también, a los valores en sus condiciones actuales de existencia y demoler lo
racional para manipular en clave alienante todas las potencialidades humanas.
No es ocioso exigir los aportes de la Ética para crear un mundo nuevo, el mundo
de lo social y de la dignidad humana, lo mismo individual que colectiva. La
reivindicación de la Ética es un clamor humano, que exige su realización
política para la comprensión crítica y la superación de la sociedad capitalista
sus procesos políticos, económicos y morales. Ética en defensa de la Humanidad.
Siendo como es la
Industria de la Guerra, la actividad económica más fuerte del planeta y que no
sólo implica la fabricación de armas sino el desarrollo de especialidades
médicas, textiles, químicas, físicas… la Ética que necesitamos es la del
espíritu crítico para defender el derecho a discrepar de la muerte impuesta,
para asegurarnos valores en la participación y en la socialización en nuevas
vías revolucionarias hasta devolvernos el derecho al desarrollo de la
creatividad y forjar una nueva sociedad. Ya que la Ética se ha quedado con “poco público” en los mass media dominantes, una tarea urgente
es lograr que el trabajo humano recobre su verdadero sentido humano y que la
Ética sea el medio de satisfacer una alta necesidad de dirección revolucionaria
y no un simple medio de juicios individualistas, relativistas y universalistas.
Hoy más que nunca el papel
de la Ética es rejuvenecerse como herramienta social, como forma de la praxis
transformadora del mundo y contribuya a elevar la conciencia de la realidad
para ser útil en la construcción de una nueva sociedad. Muchas verdades burguesas
se han venido a tierra, cientos de dispositivos ideológicos de clase no han
resistido el contraste con la realidad y algunas esperanzas oligarcas se hayan
desvanecido bajo el soplete de la lucha de clases. No obstante el negocio de la
Guerra sigue intacto. Reclamemos con insistencia una Ética para la
supervivencia de la humanidad.
Nos urge una Ética como
herramienta de análisis científico que no sea a-política, que no sea indiferente al conflicto histórico entre las
clases sociales y que no sea sólo para la contemplación. Ética con carácter
histórico para responder a las necesidades concretas en expresión normativa y
dialéctica, que entrañe la crítica al capitalismo y resalte los valores de
comportamiento práctico para convertir en transformación real la lucha. Ética
imbricada con la praxis para la crítica de lo existente, concretamente del
capitalismo, y crítica de todos los males sociales engendrados por él. Ética
para la acción directa en lo “deseable,
lo posible y lo realizable”. Sánchez Vázquez dixit.
Es verdad que la Ética por
sí misma no garantiza que la transformación del mundo se cumpla, pero ese es su
reto si pretende ser Ética nueva como programa humanista que no quede en
ilusión, imposible de realizar, en una entelequia o en un fracaso. Ética para
los actos organizados y efectivos que se dirijan a la práctica y, en
particular, para resolver la crisis de dirección revolucionaria que es
determinante hasta hoy.
Contra toda ética
camaleónico-reformista de fuente subjetivista, consumista o individualista…
contra los antivalores de la esclavitud de cuerpos y conciencias, contra el
inmediatismo relativista, contra el empirismo y contra el criticismo… la Ética
para la emancipación es más necesaria que nunca porque el capitalismo, en su
expresión como Industria de la Guerra, no hace más que empeorarlo todo
incesantemente. El capitalismo no es eterno por eso la perspectiva de una Ética
renovada “necesaria, deseable y posible”
es cada día más una urgencia para el presente. No podemos seguir esperando,
estamos bajo la metralla y bajo los bombardeos que son letales y que son un
gran negocio burgués. Hay que hacer visible lo que no se ve aunque esté a la
vista.
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