Redacción
Desinformémonos
Con información del
periódico El Sur de Guerrero
Foto: Diego García
27
diciembre 2016
Ciudad
de México.- Una vez más en la Basílica de Guadalupe se impidió que los padres y
madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa realizaran una misa en
el altar central del templo.
La peregrinación que llegó al atrio de la Basílica, fue
recibida y bendecida por el obispo Raúl Vera, el arzobispo de Acapulco Carlos
Garfia Merlos e inmediatamente fue dirigida hacia una de las capillas que se
encuentran en el sitio.
La misa se realizó de manera privada en una capilla alterna
bajo vigilancia de policías federales y civiles armados. Las autoridades del
recinto de la Iglesia católica les dieron un trato “con la punta de los pies” y les cerraron las puertas como lo hace
el gobierno, denunció el abogado Vidulfo Rosales
El señor Epifanio Álvarez, padre de Jorge Álvarez,
normalista desaparecido indicó que ya en la parte alta, policías le negaron el
acceso a tres religiosos que los acompañaron durante la caravana, y la situación los hizo
sentirse discriminados. Denunciaron que los policías les prohibieron hacer
grabaciones de video en la celebración a pesar de que ellos sí estaban grabando
con sus celulares la actividad y a los padres.
En un breve mitin afuera del santuario de la Guadalupana, el
abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra, informó de la presencia de los
policías federales en la misa:
“…de ese tamaño es el trato que nos han
brindado autoridades de la Basílica, nos han tratado con
la
punta del pie, nos han cerrado las puertas como lo han hecho las instituciones
del gobierno, pero no nos vamos a rendir, porque sabemos quiénes son ellos”,
dijo sobre el clero ligado al poder.
Debido a la gran cantidad de representantes de medios de
comunicación y simpatizantes del movimiento se generó un caos. Hubo empujones,
gritos y personal de seguridad del templo mariano señaló que la misa era
privada.
Don Mario González declaró:
“…fue muy triste que en la propia casa
de Dios seamos reprimidos, venimos a orar a la virgen de Guadalupe,
desgraciadamente nos encontramos con esta situación, no pudimos oír completa la
misa, el obispo Vera tuvo que detenerse, dijo sobre la celebración, para poder
escucharlos”.
Recriminó que los hayan aislado de los activistas que los
acompañaron y estuvieron con ellos en la Caravana por la Memoria y la Esperanza.
“¿Por qué nos apartan?, los que manejan
esta casa nos ponen guaruras, nos ponen policía federal, no somos delincuentes.
Desgraciadamente nos damos cuenta que están en complicidad, desgraciadamente
están lucrando con mucha gente que les tiene fe, y no saben la realidad de lo
que pasa con la Iglesia”.
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