ACTEAL: CRIMEN DE ESTADO
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publicado: 19 diciembre 2014
El 22 de diciembre de 1997, en Acteal, municipio de
Chenalhó, Chiapas, paramilitares del PRI, armados y entrenados por soldados,
asesinaron a 45 indígenas, la mayoría mujeres y niños, que rezaban fuera de una
ermita. Militares y policías se mantuvieron a 200 metros, pero no
intervinieron. Las autoridades estatales y federales fueron informados de los hechos
y tampoco hicieron nada.
Era una masacre anunciada y
fue inducida por el gobierno de Zedillo para justificar la ofensiva militar
contra los pueblos zapatistas y la dirección del EZLN.
A 19 años este crimen de
Estado sigue impune. Los asesinos confesos fueron liberados y a los autores
intelectuales, como a Emilio Chuayfett y Ernesto Zedillo, nadie investiga.
Los sobrevivientes cuentan,
al día siguiente de la matanza, cómo fueron los hechos y de qué manera las
autoridades fueron cómplices del crimen.
Acteal, 22 de diciembre 1977-2016:
A 19 años de la masacre
La Voz del Anáhuac
Diciembre 2016
Han transcurrido ya 19 años sin verdad ni justicia. 19
años de impunidad. Ninguno de los autores intelectuales ha sido investigado.
Los perpetradores materiales que habían sido encarcelados quedaron libres. De
arriba no podemos esperar verdad ni justicia. No se van a autocastigar.
Los paramilitares nuevamente provocan,
amenazan, agreden a los sobrevivientes.
La
masacre de Acteal fue un episodio de la guerra contrainsurgente desatada por el
Estado mexicano en Chiapas en 1994. Miles de indígenas tzotziles, tzeltales,
tojolabales y choles organizados en el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional se alzaron con el ¡Ya Basta! En respuesta, el Estado mexicano
desencadenó una guerra de exterminio. La movilización de la población civil
obligó al gobierno a detener la guerra y optar por el camino del diálogo. Pero,
como siempre, con su doble lenguaje, mientras fingía dialogar, preparaba otro
escenario de guerra. Manteniendo el cerco militar, armó grupos paramilitares
para hostigar a los pueblos rebeldes. Luego de los primeros diálogos de
febrero-marzo de 1994, los zapatistas consultaron en las comunidades las
propuestas gubernamentales. Estas fueron rechazadas pues se pretendía que se
conformaran con algunas migajas, pero nada había de la tierra, la libertad, la
justicia y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Entonces
comienza el EZLN el diálogo con la sociedad. Se realiza la Convención Nacional
Democrática en agosto de 1994.
Sale
Salinas del gobierno, entra Zedillo. En febrero de 1995, hablando de diálogo y
paz, el gobierno lanza una nueva ofensiva militar: destruye el Aguascalientes
donde se realizó la CND, encarcela a simpatizantes del EZLN, perdigue a la
Comandancia General del EZLN. Nuevamente se moviliza la sociedad Civil, obliga
al gobierno a regresar al diálogo, se promulga la Ley para el Diálogo y la paz
justa en Chiapas. Mientras se prepara la mesa de diálogo, el gobierno activa a
sus grupos paramilitares, pretendiendo hacerlos pasar como “conflictos intercomunitarios”. Los zapatistas siguen en el camino
del diálogo mientras el gobierno finge dialogar y continúa la guerra
contrainsurgente. En agosto de 1995 el EZLN convoca una Consulta Nacional e
Internacional por la Paz y la Democracia. A cada iniciativa de diálogo y paz
por parte del EZLN, el gobierno responde escalando la violencia.
En enero
de 1996 se realiza el Foro Nacional Indígena para que la palabra de los pueblos
indios de México se escuche en los diálogos de San Andrés. Se llevan a cabo los
diálogos, en febrero se firman los acuerdos sobre Derechos y Cultura Indígena,
pero no se cumplen. En octubre de ese año se funda el Congreso Nacional
Indígena, asiste la Comandanta Ramona en representación del EZLN.
Siguen
sin cumplirse los Acuerdos de San Andrés. El EZLN organiza en septiembre de
1997 la Marcha de los 1111 zapatistas al DF, se funda el Frente Zapatista de
Liberación Nacional, como organización civil y pacífica, con las mismas
demandas del EZLN. Nuevamente se reúne el CNI. Son movilizaciones en las que
obreros, estudiantes, campesinos y otros sectores del pueblo se suman a las
movilizaciones indígenas que reclaman el cumplimiento de la palabra empeñada en
la firma de los Acuerdos de San Andrés.
Mientras tanto, en los Altos de Chiapas, la Zona Norte y la Selva Lacandona, los grupos paramilitares han desatado una ofensiva sin precedentes, no sólo contra bases de apoyo zapatistas, también contra comunidades que no se alzaron en armas pero llevan adelante procesos autonómicos, como es el caso de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, en Chenalhó. Ahí, Las Abejas habían dado apoyo a comunidades zapatistas desplazadas por la ofensiva paramilitar. Este fue el pretexto para el ataque armado en Acteal: centenares de paramilitares cercan y acribillan a la comunidad, provocando la muerte de 45 personas, mayoritariamente mujeres y niños que se habían reunido en la ermita del lugar para orar por la paz. Pese a la militarización existente, ni el ejército ni la policía intervienen para evitar la masacre.
Mientras tanto, en los Altos de Chiapas, la Zona Norte y la Selva Lacandona, los grupos paramilitares han desatado una ofensiva sin precedentes, no sólo contra bases de apoyo zapatistas, también contra comunidades que no se alzaron en armas pero llevan adelante procesos autonómicos, como es el caso de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, en Chenalhó. Ahí, Las Abejas habían dado apoyo a comunidades zapatistas desplazadas por la ofensiva paramilitar. Este fue el pretexto para el ataque armado en Acteal: centenares de paramilitares cercan y acribillan a la comunidad, provocando la muerte de 45 personas, mayoritariamente mujeres y niños que se habían reunido en la ermita del lugar para orar por la paz. Pese a la militarización existente, ni el ejército ni la policía intervienen para evitar la masacre.
Impune y
cínicamente los paramilitares, a bordo de vehículos oficiales municipales pasan frente al
cortejo fúnebre de las víctimas de Acteal. Los sobrevivientes los reconocen y señalan como los
asesinos. Ahora sí había una enorme presencia militar, pero también de medios informativos nacionales e internacionales. Ante esto, se ven obligados los militares a
arrestar a los paramilitares. El entonces presidente municipal de Chenalhó,
priísta, promotor de grupos paramilitares, cae también preso, denunciado por la
comunidad, pero nadie más del poder estatal ni federal es molestado ni siquiera
para ser investigado. Parecía que la “justicia”
llegaría sólo a los autores materiales, pero por poco tiempo, pues finalmente
la Suprema Corte los liberaría por “irregularidades”
durante el proceso.
La
organización de la Sociedad Civil Las Abejas, es un grupo autónomo en resistencia
que lucha pacíficamente para reivindicar sus derechos, construir su autonomía y
para defender sus tierras y territorios. Las Abejas tienen Sede en la comunidad
de Acteal, Chenalhó y abarca 4 municipios de los Altos de Chiapas, la mayoría
hablantes de la lengua maya tzotzil y una parte maya tzeltal.
Durante su camino, han dado testimonio de paz, justicia, libertad,
y también de denuncia y protesta. Ha hecho presencia en diferentes lugares del
país y del extranjero, buscando que su acción aporte algo para la causa de los
demás pueblos organizados y también con el fin de articular esfuerzos por el
objetivo común: La construcción del Lekil Kuxlejal (buen vivir).
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