Siete razones para
apoyar la propuesta del CNI-EZLN
Rebelión
La
Jornada
01
julio, 2017
Desde que se hizo
pública la propuesta consensuada por el Congreso
Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN),
de integrar un Concejo de Gobierno Indígena para México, cuya vocera será
registrada como candidata independiente para las elecciones presidenciales en
2018, varios de los adherentes a la Sexta Declaración, nos hemos dado a la
tarea de participar en mesas redondas, conversatorios y talleres, para
reflexionar, analizar, exponer, y desde luego, debatir, esta singular acción
política, en sus múltiples dimensiones, retos y compromisos.
Se trata de una más de las iniciativas que provienen del mundo indígena,
y, en particular, del zapatismo y su entorno cercano, con el objetivo de
articular las resistencias, desde abajo y a la izquierda, para enfrentar esa
tormenta de alcances civilizatorios que constituye la actual mundialización
capitalista y que se expresa en una recolonización y guerra de conquista de
territorios, recursos naturales, seres humanos desechables, destrucción de la
naturaleza, mismas que están llevando a la especie humana y las formas de vida
conocidas a las derivas de su posible extinción. Esto es, la lucha actual de
los pueblos indígenas y no indígenas sobrepasa los esquemas gastados y
despojados de contenido de izquierda y derecha, y se sitúa en la dicotómica
posición de estar por la vida o por la muerte. Rosa Luxemburgo, que no vivió la
pesadilla del nazi-fascismo ni la de la actual forma de acumulación capitalista
delincuencial y militarizada, planteaba ya hace más de un siglo la disyuntiva
de socialismo o barbarie.
En este contexto, ¿cuáles son algunas de las razones para asumir como
propia la propuesta del CNI-EZLN?:
1.- Es una idea discutida a profundidad
por las comunidades mayas zapatistas, y posteriormente, por las más de 40
expresiones de los pueblos originarios que integran el CNI. No es fruto de un
grupo de notables que piensan por los demás, sino resultado de las
deliberaciones horizontales de innumerables asambleas que la analizaron hasta
llegar a su aprobación, bajo uno de los principios del mandar obedeciendo:
convencer y no vencer. No es una ocurrencia de una determinada
persona, ni tiene promotores ocultos gubernamentales que la izquierda
institucional y el anonimato de las redes sociales pretenden denunciar.
2.- La integración de un Concejo Indígena
de Gobierno para México se sustenta en varias décadas de experiencias
autonómicas de facto, en toda la geografía de nuestro abatido territorio
nacional, que contrastan notoriamente con los corruptos, deslegitimados y
desacreditados gobiernos en sus tres niveles y poderes de la partidocracia, que
han producido un hartazgo ciudadano y una crisis profunda de la llamada democracia representativa. Es evidente
que el grupo actualmente en el poder no representa los intereses del pueblo y
de la nación mexicanos, y conforman gobiernos de traición nacional que han
renunciado al ejercicio de la soberanía, y entregado el país, su territorio,
mano de obra y recursos naturales y estratégicos a las corporaciones
capitalistas trasnacionales, y se han sometido dócilmente a la dominación
económica, política, ideológica y militar de EU, brazo armado hegemónico del
imperialismo mundial. El Concejo Indígena de Gobierno y lo que resulte del
mismo, es el embrión de la representación y soberanía popular-nacional, a
partir de lo que establece el artículo 39 de la Constitución, todavía vigente.
3.- El Concejo de Gobierno y la
candidatura independiente de la compañera María del Jesús Patricio Martínez
provienen del sector de los explotados, oprimidos y discriminados que ha
forjado a lo largo de estas décadas una estrategia de resistencia contra el
capitalismo, la autonomía, la cual instituye, a la vez, una práctica de
gobierno y hacer política radicalmente distinta a la que conocemos, sin
burocracias, intermediarios, políticos profesionales y caudillos. Pese a la
precariedad estructural, la guerra contrainsurgente de desgaste, los
paramilitares, el crimen organizado, la represión y la criminalización de sus
luchas, estos autogobiernos han mostrado su capacidad para organizar a los
pueblos en un proceso de reconstitución, toma de conciencia, participación de
mujeres y jóvenes, fortalecimiento de identidades étnico-culturales, nacionales
y de clase, mediante la apropiación colectiva y autónoma de la seguridad
comunitaria, la impartición de justicia, la salud, la educación, la cultura, la
comunicación y las actividades económicas y productivas, así como la defensa
del territorio y sus recursos naturales.
4.- En un país en el que reina la
corrupción y el cinismo generalizado de la clase política, la propuesta
indígena se fundamenta en la notable congruencia ética de sus postulantes.
Tanto el EZLN como el CNI han practicado por décadas lo que predican, y han
hecho realidad los principios de no venderse, no claudicar, no traicionar, no
suplantar ni aprovecharse de las luchas de otros. El para todos, todo,
para nosotros, nada, es una realidad a lo largo de todos estos años. Estas
organizaciones han estado estableciendo el poder popular del mandar
obedeciendo, sin pedir nada a cambio y, pese a las difíciles condiciones de
vida, se han solidarizado con todas las luchas de los de abajo.
5. - La candidatura de una mujer indígena
va más allá de una política de cuotas y de posiciones feministas que no toman
en cuenta la triple opresión que han sufrido las mujeres indígenas y la
especificidad cultural en la que demandan derechos plenos. Se sitúa como una
clara respuesta al patriarcalismo imperante, desde una política de genero de
nuevo cuño, cuyo origen lo encontramos en la Ley Revolucionaria de las Mujeres
del EZLN.
6.- Es una propuesta incluyente, no sólo
de los indígenas y con los indígenas, que hace suyas las reivindicaciones de
todos los explotados, oprimidos y discriminados de la tierra, sin importar sus
orígenes étnico-nacionales y sus características culturales. No es una
propuesta esencialista o etnicista. Los destinatarios de la misma son todos los
pueblos de México, incluyendo el de la nacionalidad mayoritaria. Ese mundo
donde cabemos todos y todas.
7.- La iniciativa no divide a la
izquierda partidista; como lo señala Paulina Fernández, la exhibe, y añadiría,
en todo su racismo y sus miserias.
Comentarios