- Más de 2.900 inmigrantes han muerto cruzando la frontera de EEUU desde
1998
- El miedo a revelar el estatus migratorio ha impedido que cientos de
cuerpos sean identificados
La Opinión / Noticias Telemundo
04
julio, 2017
Redacción.-
Por miedo familiares de indocumentados no mandan sus muestras de ADN a las autoridades de Estados
Unidos para verificar la identidad de
aquellos que mueren cruzando la frontera entre México y Estados Unidos.
En la actualidad para realizar una búsqueda de
las identidades de personas fallecidas en la frontera se requiere de una muestra de ADN de algún familiar con el fin de cotejarla con
la base de datos del FBI.
Sin embargo, el miedo a tener contacto con las
autoridades y de paso revelar su estatus migratorio ha evitado que cientos de
cuerpos sean identificados, reporta Associated Press.
El problema, aseguran grupos defensores de los
derechos de inmigrantes, es que esas muestras tienen que ser entregadas a las autoridades de
EEUU de
lo contrario no pueden ser cotejadas por el FBI Combined DNA Index (CODIS).
Durante años muchas familias dentro y fuera del
país han enviado sus muestras de ADN a organizaciones no gubernamentales
con el fin de lograr la identificación de los cuerpos de sus familiares sin
ningún éxito.
Es por esto que se ha tratado que el FBI acepte estas pruebas de ADN provenientes
de organizaciones no gubernamentales, sin embargo
hasta el momento no se ha podido lograr un acuerdo para lograr un cambio en
esta política de identificación.
De acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza de
Estados Unidos desde
1998 han muerto más de 2.900 inmigrantes intentando cruzar la frontera entre
Texas y México.
Sin embargo, se desconoce cuántos cuerpos
permanecen sin identificar. Desde 2003, 222 de 879 casos de restos humanos no identificados han sido enviados desde
condados fronterizos de Texas a la Universidad del Norte de Texas donde se
encuentra el Centro de Identificación Humana.
Kate Spradley, antropóloga biológica en
la Universidad Estatal de Texas en San Marcos, que está ayudando a identificar
los restos encontrados en el Condado de Brooks, dijo a Associated Press que está frustrada por el ritmo extremadamente lento de identificación
de los cuerpos. Su
laboratorio ha recibido 238 conjuntos de restos, pero sólo 24 han sido identificados.
“Las muestras de
ADN que son recogidas por (organizaciones no gubernamentales)
en América Latina son lo que necesitamos
para hacer identificaciones”, dijo.
A este problema se suma la falta de fondos para el
programa de identificación de los cuerpos añadió la antropóloga.
La ley de Texas exige que las
muestras de ADN de los restos no identificados deben ir a la Universidad del
Norte de Texas, estos
son enviado posteriormente para ser cotejados con la información del FBI. Sin
embargo, según las reglas actuales, las muestras de los familiares potenciales
que no son recogidas por la autoridades de EEUU no tienen acceso a este proceso
de identificación.
Tanto forenses, organizaciones no gubernamentales
así como familiares de las víctimas piden que se le permita el acceso a estas
bases de datos con el fin de recuperar los cuerpos de sus seres queridos.
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