A un año del
asesinato de Salvador Olmos, Chava, familiares y amigos exigen justicia
Agencia Autónoma
de Comunicación SubVersiones
07
julio, 2017
Era la madrugada del 26 de junio de 2016, el estado de
Oaxaca vivía un clima de tensión debido a los recientes acontecimientos en
Nochixtlán, donde policías federales y estatales asesinaron al menos a
ocho civiles mientras aquellos intentaban desalojar el plantón que se mantenía
en la carretera. En la ciudad de Huajuapan de León, la radio comunitaria Tu-un
Ñuu Savi solicitaba apoyo a sus radioescuchas y colaboradores, pues se
encontraba en alerta ante una posible agresión.
Salvador Olmos, Chava,
un colaborador de la radio, acudió al llamado alrededor de la una de la
madrugada. De camino a la estación realizó un pinta en el recién inaugurado
Hemiciclo a Juárez, que decía: «Queremos
obra pública, no remodelación de fachada».
Minutos después fue detenido
por la patrulla 004 de la policía municipal y llevado a los separos, en donde
el juez menor calificó la situación jurídica de Salvador como un delito –en
lugar de una falta administrativa como es habitual en estos casos–, por lo que
ordenó su traslado hacia la fiscalía local para que rindiera su declaración.
Esta decisión del juez
constituye la primera de muchas irregularidades y contradicciones dentro del
caso de Salvador Olmos.
Chava fue trasladado a la
fiscalía, la cual se encontraba cerrada y los policías decidieron retener a
Salvador por más de tres horas en la patrulla, manteniéndolo incomunicado, lo
que constituye otra irregularidad, así como una privación ilegal de su
libertad.
Aún es incierto lo que
sucedió durante esas tres horas, aunque algunas versiones indican que Salvador
fue golpeado durante el traslado y su ilegal detención en la patrulla.
Sin embargo, Chava logró escapar de los policías, quienes pidieron apoyo a otra
patrulla, misma que atropelló a Salvador y ocasionó su muerte.
El policía que conducía la
patrulla que atropelló a Olmos no era el chofer designado para manejar dicho
vehículo, lo que constituye otra de las negligencias de la estructura policial
que llevaron al asesinato de Salvador.
Es importante señalar que
además de ser colaborador de la radio comunitaria, Chava fue impulsor del
movimiento anarko-punk de Huajuapan, y trabajaba con diversas comunidades en la
defensa del territorio.
Salvador, al igual que otras
personas y colectivos de Huajuapan, se había manifestado en contra de la
construcción del Hemiciclo –donde realizó la pinta– pues la licitación y
construcción del mismo había estado llena de irregularidades. El presidente
municipal de aquel entonces, Luis de Guadalupe Ramírez Martínez, había sido
señalado por corrupción y desvío de fondos. También se argumentaba que la
ciudad necesitaba otro tipo de obras, por ejemplo, una mejor infraestructura de
agua potable, en lugar de ostentosos monumentos decorativos.
A partir de este suceso,
compañeros, amigos, familiares y grupos solidarios han manifestado su repudio
al asesinato de Salvador y han realizado diversas actividades
político-culturales para exigir justicia y mantener viva la memoria.
El
sábado 24 de junio del presente año, se realizó una movilización hacia el
palacio municipal para exigir el esclarecimiento de los hechos y reclamar
justicia a un año de su asesinato.
De
manera paralela se realizó una gira de bandas de punk y hardcore titulada «El que lucha Nunka Morirá», en memoria
de Salvador Olmos y de todos los caídos y asesinados por la policía. Chava era
vocalista del grupo de punk «Anónimos».
Todas
estas acciones han sido fundamentales para el proceso jurídico que continúa
abierto. La estrategia del estado y de las autoridades municipales ha sido la
de señalar que se trató de un accidente. En un primer momento se calificó como
un homicidio culposo, pero después de las acciones y la presión social que
diversos grupos ejercieron, en la segunda audiencia del caso, el juez cambió la
imputación como un homicidio doloso.
A
un año de iniciado el proceso jurídico, el único inculpado es el policía
conductor de la patrulla que supuestamente hizo el atropellamiento que causó la
muerte de Salvador. Este policía se encuentra detenido en el penal de Etla,
Oaxaca. La defensa del policía argumenta que se asume la responsabilidad como
homicidio culposo, pues nunca tuvo la intención de atropellarlo.
Los
familiares y amigos de Salvador continúan exigiendo que se esclarezcan los
hechos y se haga una verdadera justicia. Sin embargo, para que esto suceda es
necesario que se investigue a fondo la responsabilidad de los policías, jueces,
comandantes y demás involucrados en este caso, mas no tratar de culpar
únicamente al chofer que cometió el atropellamiento.
No
es la primera vez que policías municipales se ven involucrados en casos de
detenciones arbitrarias, tortura y asesinato, por lo que resulta indispensable
que se haga justicia para Salvador Olmos y se acabe con la impunidad con la que
los cuerpos de seguridad del estado actúan en este país.
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