Franz Fanon:
revolucionario que trabajaba como periodista
Por
Mumia Abu-Jamal
–©’17maj
Traducción
Amig@s de Mumia, México
Audio
grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto
circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
25
de junio de 2017
Centro
de Medios Libres
07
julio, 2017
Las personas que han estudiado la Revolución Negra
global del siglo veinte han tenido que leer la obra maestra de Franz Fanon: Los condenados de la tierra. Se conocía como la guía
de la Revolución Negra, desde Accra en Ghana hasta Oakland en California, EUA.
Esta obra, tanto un estudio
psicológico como un diagnóstico de la naturaleza del colonialismo francés en
Argelia, dio a los militantes un tremendo conocimiento de la naturaleza del
imperialismo y de cómo la resistencia estalló en su contra.
Una líder anterior de los
Panteras Negras, Kathleen Nesl Cleaver, escribió que la influencia de Fanon
sobre los revolucionarios negros en Estados Unidos fue profunda.
Pero antes de que él publicara Los condenados de la tierra, escribió una
extraordinaria serie de artículos de manera anónima para la revista
revolucionaria argelina El Moudjahid, desde
septiembre de 1957 hasta enero de 1960.
Los ataques de El Moudjahid contra las autoridades políticas,
coloniales y militares francesas son excepcionalmente agudos y centrados,
reflejando la visión única, tanto psicológica como ideológica, de Fanon
sobre las luchas argelinas y africanas contra el imperialismo.
“Moudjahid”
es un término árabe que significa uno que libra jihad, o lucha, y aquí uno ve a Fanon en una potente
guerra de palabras contra la ocupación externa de Argelia.
Pero Fanon era mucho más que
un guerrero de palabras. En su obra de 1964, Hacia la revolución africana,
encontramos a Fanon el crítico, el analista político, el africanista, el
internacionalista, el marxista, y el anti-imperialista.
En sus artículos publicados
en El Moudjahid, Fanon anónimamente da voz al Frente de
Liberación Nacional (FLN) argelino y se burla de los esfuerzos de Francia de
inculparlo de violaciones, asesinatos y masacres. También condena a los
colaboracionistas árabes y africanos, y examina la manera en que las
fuerzas armadas francesas utilizaron la tortura para intimidar a la resistencia
argelina.
Fanon escribe: “La tortura en Argelia no es un accidente,
tampoco un error o falla. No se puede entender el colonialismo sin ver la
probabilidad de tortura, violaciones y masacres”.
Fanon era un periodista
revolucionario, o más bien, un revolucionario que trabajaba como periodista. Su
corazón estaba con todos los movimientos de liberación nacional,
anti-imperialistas y revolucionarios.
Su corazón estaba con sus
amigos rebeldes, como Nkrumah de Ghana y Lumumba, del Congo.
Su corazón estaba con
quienes él llamó “los condenados de la
tierra”, con los desposeídos del mundo.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
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