5 DE
AGOSTO, 1968: MANIFESTACIÓN DE REBELDÍA E INDEPENDENCIA POLITÉCNICA
La
Voz del Anáhuac
05
agosto de 2017
Mientras en el Politécnico, el 29 de julio se había
declarado la huelga por acuerdo unánime de las asambleas generales, con
auditorios llenos, desconociendo a la FNET, exigiendo la renuncia de los jefes
policíacos, la desaparición del cuerpo de granaderos, la libertad de todos los
detenidos desde el inicio del conflicto y la indemnización por los compañeros
muertos y heridos; en la Universidad se realizaban reuniones de grupos
activistas del amplio variopinto ideológico existente, para ponerse de acuerdo
si se sumaban también a la huelga o si sólo se declaraban en solidaridad con
las protestas politécnicas contra la brutalidad policíaca.
La irrupción militar de la
noche del 30 de julio y la respuesta del rector: izar la bandera a media asta
en protesta por la violación a la autonomía universitaria y encabezar una
manifestación en las inmediaciones de Ciudad Universitaria el 1 de agosto,
fueron hechos que disiparon las dudas en la UNAM: también se declaró en huelga
por tiempo indefinido. Así lo hicieron también Chapingo, la Nacional de
Maestros, la Normal Superior, escuelas del INBA, Antropología e Historia, el
Colegio de México, es decir, la mayor parte de las instituciones públicas de
educación media y superior del DF y de algunos estados de la república Y
algunas instituciones privadas, como la Universidad Iberoamericana, la del Valle
de México y otras.
El gobierno hacía denodados
esfuerzos por contener el descontento estudiantil, pero luego del fracaso de la
intervención militar del 30 de julio, poco pudo hacer. Como una gran ola creció
el movimiento, era un torrente incontenible.
Así comenzó agosto. Después
de que el rector de la UNAM caminara al frente de una manifestación
estudiantil, hubo en el IPN quienes pensaron que algo similar podía pedírsele a
Guillermo Massieu, Director General. Pero no, este era un personaje más disciplinado
a la institucionalidad. Cuando se le pidió puso condiciones que obviamente no
se podrían cumplir: que fuera una manifestación “exclusivamente politécnica”, que no hubiera “insultos a la autoridad”, que la protesta fuera “dentro del orden institucional”. En
pocas palabras: no encabezaría ninguna manifestación. En consecuencia, los
directores de las escuelas del IPN y la mayoría de los profesores se
mantendrían al margen. Sólo un director, el de la Escuela Nacional de Ciencias
Biológicas y profesores de esa misma escuela, de Física y Matemáticas, de
Economía y de las Vocacionales 5 y 7, sí participaron de manera decidida.
Luego de la manifestación
del 1 de agosto, el recién formado Consejo Nacional de Huelga anunció que se
había acordado realizar una manifestación de Zacatenco al Casco de Santo Tomás,
los dos principales campus politécnicos. La ruta fue de la explanada de la
Dirección General (después rebautizada como “Plaza
Roja”, por Av. Instituto Politécnico Nacional, luego por Montevideo, hasta
la Calzada de los Misterios, toda esta Avenida hasta Manuel González, ahgí a la
izquierda sobre San Juan de Letrán (hoy Eje Central Lázaro Cárdenas y caminar
sobre Av. Nonoalco (hoy Flores Magón), otra vez a la izquierda en Melchor
Ocampo (hoy circuito Interior), para entrar al Casco de Santo Tomás por la
calle de Carpio y concluir con un mitin en la Plaza del Carrillón. Un trayecto
largo que atravesó colonias populares como Guadalupe Tepeyac, la Industrial,
Ex-hipódromo de Peralvillo, San Simón Tolnáhuac, la Guerrero, Santa María la
Ribera, Tlatilco, Santo Tomás.
Esta fue una manifestación
rebelde e independiente, sin ninguna autoridad que pretendiera “encauzarla”, sin charros que buscaran controlarla (la FNET ya había sido desconocida
y repudiada). Acompañada por muchas madres y padres de familia, vecinos y gente
del pueblo que saludaba el paso de los manifestantes y les ofrecía agua o fruta
para refrescarse.
Además de un orador por el IPN, la UNAM, Chapingo y un profesor, al mitin llegó, de las montañas de Guerrero una carta de Genaro Vázquez Rojas, un maestro rural que luego luchar por los caminos legales, fue perseguido y encarcelado. En abril de ese año, un grupo de sus compañeros lo rescató de la prisión, se fue a la clandestinidad y se encontraba organizando la lucha guerrillera. Algo habíamos escuchado de Genaro Vázquez y de Lucio Cabañas, al igual que de otro profesor de Chihuahua que en 1956 era estudiante del IPN, pero cuando el ejército clausuró el internado y los comedores, fue expulsado, se fue a Chihuahua, se hizo maestro y participó en las luchas campesinas por la tierra. El ejército y los guardias blancas de los terratenientes los persiguieron, por lo que tuvieron que defenderse con las armas. Así surgió el Grupo Popular Guerrillero que encabezó este profe. ¿Su nombre? Arturo Gámiz García. Cayó asesinado el 23 de septiembre de 1965.
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