La Voz del Anáhuac,
Colectivo Azcapotzalco, adherente a la Sexta,
Dado que los integrantes de
este Colectivo no somos parte de la comunidad del CCH Azcapotzalco, nos
mantenemos al margen pero al pendiente y en espera de obtener información
directa, para oportunamente difundirla, esto como una mínima forma de
solidaridad con la lucha que ahí dan los estudiantes conscientes y organizados.
Sabemos
que van contracorriente, que a su movimiento se oponen las autoridades del
plantel, la parte sumisa, acrítica y burocratizada del personal docente y la
parte no consciente, obediente, sumisa, individualista del sector estudiantil.
El
paro lo sostienen los estudiantes críticos, conscientes, organizados del
plantel y la parte activa, solidaria aunque no organizada de la base
estudiantil. Con desprecio las autoridades del plantel afirman que se trata de una
minoría. Afirmación aventurada, pues los movimientos sociales, incluido el
estudiantil, por lo general no logran involucrar a la totalidad de una comunidad.
En
este caso concreto un mayor involucramiento de la amplia base estudiantil es
frenado por las amenazas de represión física (utilizando a grupos de choque
conocidos como porros, o incluso
amenazando con solicitar la intervención de la fuerza pública), académica
(utilizando a los profesores incondicionales, acríticos, sumisos del sector
magisterial) y psicológica (utilizando la presión de los padres de familia que
se dejan manipular). Evaluaciones extramuros, plantones antiparo, recolecta de firmas,
votaciones, referéndum, hostigamiento porril, intentos de infiltración para
dividir, sabotaje de asambleas estudiantiles, son algunas de las acciones de
esquirolaje impulsadas personalmente por la directora del plantel.
Como adherentes a la Sexta, respetamos las formas de
organización y de lucha que los estudiantes se han dado a sí mismos, no
pretendemos interferir, nos mantenemos a la expectativa, no intervenimos de
manera directa, cuando se puede les llevamos lo poco que podemos para que
resistan y en cuanto tenemos alguna información la publicamos en este blog,
desde el mismo enviamos la información a Facebook y a Twitter para que sea mayor
la difusión.
Ni queremos ser acusados de injerencistas o ‘infiltrados’,
ni queremos que acusen a los compañeros en paro de que su movimiento está ‘desvirtuado’ porque ‘gente externa’ interviene. Además
confiamos en su capacidad e inteligencia. Ellos sabrán llevar su lucha a buen
puerto.
El
CCH-Azcapotzalco se encuentra en paro indefinido desde el lunes 24 de noviembre.
Poca información ha trascendido de este paro estudiantil. Nosotros queremos
ayudar a romper el cerco mediático. Sabemos que con nuestro humilde espacio
libre poca será esa ayuda, por lo que pedimos a los otros medios libres
contribuir. Romper el cerco mediático será una buena medida para neutralizar
los amagos de esquirolaje y represión que promueven las autoridades del
CCH-Azcapotzalco.
Desde aquí expresamos a los compañeros del CCH-Azcapotzalco que luchando defienden el derecho a la educación pública, gratuita, crítica, científica, humanista y popular, nuestra humilde solidaridad.
A
continuación el documento que explica el contexto del paro y demandas del Pliego
Petitorio:
Universidad Nacional Autónoma de México
Colegio de Ciencias y Humanidades
Plantel Azcapotzalco
Asamblea Estudiantil
Azcapotzalco, México, D.F a 8 de diciembre de
2014.
Por la coyuntura actual
creemos es necesario un análisis para posteriormente actuar conforme dictamine
la comunidad.
El Estado
ha fungido y tiene razón de ser por los embates de las diferencias entre los
individuos, cual el mismo ha funcionado como amortiguador. Sin embargo también
cumple inherentemente a los intereses de un pequeño sector en específico
contemplando de esta forma la represión en cualquiera de sus vertientes.
En
México, el Estado ya se ha cumplido, por lo que muchos llaman el estado
benefactor, proveniente de la doctrina keynesiana. A los ojos de los gobernados
tiene el apruebo de la mayoría al verse parcialmente apoyados por esta estructura.
Grandes ejemplos de esto es la expropiación petrolera, el modelo de sustitución
de importación, la creación de un instituto dedicado a la salud pública, y por
supuesto la generación de la autonomía y concretización de nuestra máxima casa
de estudios; de esta forma las clases poderosas iban en ascenso.
Tal vez
no abrupto pero sí contundente fue la gestión del modelo benefactor al
neoliberal, la reivindicación de este último es meramente el mayor
enriquecimiento a los ya adinerados, y la consigna de la libre y mejor
competencia. Aquí lo vivimos con el sortilegio de la crisis y las
devaluaciones, cuya justificación próxima fue la privatización de grandes
empresas estatales, tal fue el caso de Telmex, Mexicana de Aviación, y
actualmente Pemex.
El Estado
Mexicano pugna por la libertad, sin embargo, hoy conocemos que las
manifestaciones que no lo ponen en jaque pero sí lo incomodan, consecuentemente
son reprimidas de cualquier forma. Sea cual sea la razón de estas protestas,
denotan la inconformidad hacia la actual forma de gobierno.
Irónicamente
el gobierno en su afán de mayor enriquecimiento ha tenido que flexibilizar y/o
ignorar las leyes que ya de cualquier fruto lo benefician, cayendo en esta
forma en un plano de un Estado incongruente que no realiza lo que él mismo
dicta.
La
educación es el primordial porvenir de un país, por lo que el Estado debe de
enfocar todo recurso a la formación de sus futuros ciudadanos.
Dicha
formación se encuentra estructurada por la condición tecnológica la cual abarca
las técnicas de uso, los métodos, y controles o regímenes del desarrollo, esto
junto a la ciencia y al conocimiento de la materia con el fin de su
transformación; otra es la conciencia que encamina al individuo al acoplamiento
de la sociedad, esto último hace ver que no sólo se trabaja con el fin propio
sino en concatenación a la sociedad trabajadora.
La
escuela es el instrumento de transmisión del conocimiento, la técnica y la
formación, sin embargo, a lo largo de la historia contemplamos la visible
correlación de la lucha de clases dentro de las instituciones escolares, esto
respondiendo a los intereses de los que se encuentran en el poder. Siendo que
ahora la educación se encamina en todos los niveles a la total tecnificación de
la misma, dejando de lado los aspectos críticos que da el estudio humanista y
social. Entendiéndolo así, la escuela es un centro de capacitación para la
futura explotación y reproducción del sistema.
El
desarrollo de la juventud está ligado paralelamente al de la sociedad, por lo
cual el crecimiento de la clase trabajadora, más la adyacente informalidad
laboral llevó a personajes de este contexto a la fijación de un proyecto que se
dedique a salvaguardar el devenir de la clase política y burguesa.
En
solución a las cuestiones orgánicas de la Universidad sumado al desarrollo y
entusiasmo de la clase trabajadora y al movimiento estudiantil de la década de
los 60’s nace en la primavera de 1971 el Colegio de Ciencias y Humanidades. En
un principio el Colegio buscaba aumentar el número de personas al ingreso del
nivel de estudio medio superior así como establecer una educación pública,
critica, científica, humanista y popular. Su buena aceptación iba en la
dinámica de hacerle guiar a los estudiantes y que por cuenta propia
desarrollaran el conocimiento; esto en horas físicas: 17 a la semana. Además de
contar con cuatro horarios y los apoyos necesarios para estudiar; bibliotecas,
tutorías y materiales de estudio (guías, libros y textos, todos estos elementos
distribuidos gratuitamente).
Si
nosotros pensamos en el México de la próxima década veremos que sin
instituciones como el CCH, la magnitud de problemas a los que se enfrentará la
UNAM la llevará a sufrir muy graves crisis. Consideramos que no es necesario
esperar a que vengan esas crisis para que festinando los procedimientos se
encuentren nuevas soluciones...
Sin
embargo como fue sucediendo en varias escuelas, y retomando la privatización de
parte del modelo neoliberal, el Colegio de Ciencias y Humanidades perdió en
1996 dos de sus turnos, multiplicando de esta forma los horarios de clases e
imposibilitando a muchos en su constante permanencia. Posteriormente en 1999 a
nivel general la UNAM es sacudida por la imposición de cuotas privatizadoras,
de manera oportuna la comunidad actuó y construyeron la ya famosa huelga del
mismo año.
Las
secuelas de estos acontecimientos han sido el desarrollo de la llamada reacción
colocándose en la UNAM:
- Grupos
porriles. Estos presuntamente sólo son grupos de diversión deportiva y afición,
pero cumplen un papel de golpeadores y desmovilizadores, los cuales fungen como
fuerza armada de la autoridad (a nivel estudiantil).
-
Prácticas antidemocráticas dentro de la Universidad. Se ven reflejados en el
“Consejo Técnico” el cual no es promovido por la comunidad estudiantil ni
desarrollado por la misma.
- El abuso del Patronato Universitario,
otorgando concesiones de espacios universitarios a sectores privados.
En el año
2012 se generó una nueva actualización a los planes y programas de estudio para
los colegios de Ciencias y Humanidades, conocida como “12 puntos”, aparentando un cambio. Este consiste en la
tecnificación de la educación, priorizando materias como Inglés, Computación
(TIC’s) y Matemáticas; por lo que se deja atrás la formación humanística que
creaba los lineamientos para generar un nuevo y más amplio criterio. La lucha
que se gestó por dicha Reforma logró eliminar cuatro de estos doce puntos y el
aplazamiento de su aprobación.
Como
estudiantes críticos y organizados comprendemos que el Colegio de Ciencias y
Humanidades necesita de una actualización estructural y organizativa en la cual
la comunidad tenga participación activa y permanente.
De nada
sirve que las instituciones tengan autonomía si las comunidades académicas no
cuentan con la posibilidad de pensar de manera crítica, analítica, inteligente
y autónoma.
Por
consiguiente ponemos en pie firme estas demandas, las cuales son las exigencias
de la comunidad. Y donde creemos que al resolver estas, la democracia
comprenderá un mejor desarrollo en el ejercicio de nuestros derechos como
universitarios.
Se decide
firmar el siguiente Pliego Petitorio para que sea entregado a las autoridades
del plantel y al Director General de los cinco Colegios de Ciencias y
Humanidades.
PRIMERO:
Compromiso de las autoridades de no ejercer represalias de ningún tipo
(académica, física, jurídica, moral, penal, verbal y/o psicológica) a los
compañeros participantes en este movimiento. Responsabilizando directamente a
las autoridades del Colegio de cualquier agresión o represión al alumnado. Así
como el respeto a las expresiones artísticas plasmadas en los muros del
plantel.
SEGUNDO: En
contra de la represión estudiantil y social exigimos la desarticulación,
destitución y expulsión de los grupos porriles y de aquellas personas que los
subsidien, promuevan y/o protejan.
TERCERO: Ante el
descontento estudiantil por las evaluaciones extramuros emitidas por la mayor
parte del cuerpo docente, exigimos a
la Dirección y al Consejo Técnico
I. La ampliación del periodo
2015-1.
II.
Definir fechas para la realización de los exámenes extraordinarios.
Posterior a que se llegue a un acuerdo
mediante la negociación y la asamblea decida levantar el paro.
CUARTO:
I.
Realización de una mesa de negociación resolutiva y pública, asesorados con los
especialistas en educación, académicos, estudiantes y actores involucrados que
busquen la actualización del Plan de Estudios recuperando la esencia del
proyecto original del Colegio de Ciencias y Humanidades.
II. Dada la
pretensión de la tecnificación de la educación, exigimos la derogación de la
Reforma de los 12 puntos (ahora 8) al CCH.
III.
Finalización de la creación de los cinco Colegios de Ciencias y Humanidades
faltantes.
QUINTO: La
comunidad estudiantil denota la inutilidad del comedor concesionado del
Patronato de la Universidad, el cual sólo ha causado disgustos por los altos
costos, el mal trato y la insalubridad del mismo. Por lo que exigimos el
reconocimiento y respeto de un comedor autogestivo.
SEXTO: Apertura
de nuevos periodos de extraordinarios y cursos de recursamiento sin restricción
alguna, que permita la regularización de los estudiantes y promueva el egreso.
SÉPTIMO: Exigimos
el desarrollo transparente, y democrático en la elección de las Autoridades
Universitarias, aclarando el desconocimiento del Consejo Interno por no estar
estipulado en la Ley Orgánica de la Universidad.
OCTAVO: Exigimos
el reconocimiento a la comisión estudiantil que recopilará, y dará seguimiento
al acoso, arbitrariedades y represalias cometidas directa o indirectamente
hacia los estudiantes del plantel. Estas denuncias se canalizarán a las
instancias pertinentes.
NOVENO:
Recuperación del material de apoyo para el proceso de enseñanza-aprendizaje de
los alumnos de los Colegios de Ciencias y Humanidades. En base al art. 3º de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, exigimos la aportación y
distribución de materiales didácticos gratuitos en cantidad y calidad.
DÉCIMO:
Apertura, apoyo y mayor promoción de las actividades culturales
extracurriculares en el plantel, así como la apertura de inscripción desde el
primer semestre a todas las Opciones Técnicas.
DÉCIMO PRIMERO:
Esclarecimiento y transparencia en el ejercicio del presupuesto destinado al
CCH, participación de la comunidad en general (estudiantes, profesores y
trabajadores) en el mismo. Exhortamos a la Dirección del plantel que al llegar
el presupuesto para el Colegio sea presentado abierta y públicamente a la
comunidad para su conveniente distribución.
DÉCIMO SEGUNDO: Apertura
de nuevas rutas del transporte subsidiado que favorezcan a la comunidad del
plantel.
Asamblea Estudiantil CCH-Azcapotzalco
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